Las insurgentes FARC-EP conmemoraron la víspera el aniversario 15 del lanzamiento del Movimiento Bolivariano por la Nueva Colombia, con un recordatorio del carácter de alternativa política que reviste esa organización en pos de un mejor país.
En el contexto de los diálogos de paz que sostienen aquí desde 2012 con el Gobierno de Juan Manuel Santos, la guerrilla recordó la importancia de este movimiento político clandestino como instrumento para cambiar la realidad colombiana y combatir la corrupción a todos los niveles en esa nación suramericana.
Colombia puede gobernarse de otra manera. ¿Por qué tienen que regir nuestro destino las mismas castas oligárquicas de siempre?, afirmó el comandante Pablo Catatumbo de la delegación de paz de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP).
Estamos hartos de corrupción: de magistrados corruptos, de sistemas electorales fraudulentos, de la entrega de nuestras riquezas y nuestra soberanía a las transnacionales, de desafueros del poder y de la brutal represión, denunció.
Frente a esa situación, Catatumbo convocó a los colombianos a reunirse en torno a este Movimiento Bolivariano surgido en el 2000 durante el proceso de paz en San Vicente del Caguán y que persigue cambiar la política, la economía, la educación, en pos de la justicia social en Colombia.
Por otra parte, ante una pregunta de la prensa con motivo de las declaraciones del Procurador General, Alejandro Ordóñez, sobre el tema de las aspersiones aéreas con glifosato, reiteró la postura de las FARC-EP en contra de esas fumigaciones debido a las afectaciones que provocan a la población y al medio ambiente.
En el mundo entero es casi una decisión unánime que el glifosato es dañino, perjudicial para los seres humanos, para los cultivos, para la gente humilde que trabaja en el campo, expresó el vocero insurgente al rechazar el "uso de ese veneno que sólo sirve para enriquecer más a la compañía Monsanto".
La polémica sobre el uso de glifosato para fumigar cultivos ilícitos halla posiciones encontradas dentro del gobierno de Colombia, pese a la recomendación del Ministerio de Salud de ese país de dejar de emplear este herbicida luego de que la Organización Mundial de la Salud lo calificara como probable cancerígeno.
(Con información de Prensa Latina)