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Fiscal pide pena de muerte para el autor de los atentados en Boston

Tsarnaev, “la peor pesadilla de EU”; merece pena de muerte: fiscal

Tsarnaev, “la peor pesadilla de EEUU” merece pena de muerte: fiscal

El autor de los atentados de Boston Djokhar Tsarnaev es "la peor pesadilla de Estados Unidos" y merece la pena de muerte, insistió el martes la fiscal en la apertura de la segunda fase del juicio.

En una sala de audiencia colmada, la fiscalía mostró una foto de un joven musulmán de origen checheno, vestido con un traje naranja de prisionero, levantando el dedo índice a una cámara de seguridad, cuando esperaba su acusación en una célula en julio de 2013.

"Es Djokhar Tsarnaev. Imperturbable, sin remordimiento, e incambiado", afirmó la fiscal Nadine Pellegrini.

"¿Por qué la pena de muerte es apropiada? Porque Djokhar Tsarnaev hizo un complot y planificó para matar", declaró, recordando las vidas truncadas por los atentados de la maratón de Boston, que dejaron tres muertos y 264 heridos, de los cuales 17 fueron amputados, el 15 de abril de 2013. "Insoportable, indescriptible, inexcusable, insensato", agregó.

En la sala de audiencias del tribunal federal de Boston (Massachusetts) los miembros del jurado vieron fotografías del día de los atentados, antes y después de la masacre. Un vídeo amateur fue difundido, mostrando la gente en el suelo, la sangre y los llantos desesperados de niños.

Tsarnaev "creía en el terrorismo y compartía sus creencias con sus hermano" agregó Pellegrini. Para él, la gente en la multitud eran sus enemigos".

Su ideología extremista lo destinó a convertirse en "el peor enemigo de Estados Unidos", agregó, minimizando la idea de que Djokhar Tsarnaev estaba influenciado por su hermano mayor Tamerlan, de 26 años, como lo afirma la defensa.

Tamerlan murió cuatro días después de los atentados. La defensa no hizo ninguna declaración de apertura, prefiriendo reservarse para la semana próxima, cuando presentará sus testimonios. Tsarnaev, de 21 años, vestido de saco negro sobre una camiseta gris, flaco y con aspecto pálido, estaba sentado entre sus dos abogados y permanecía impasible como de costumbre, sin mirar a nadie.

(Con información de AFP)