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Transición hacia el biocombustible amenaza con la escasez de alimentos, afirman científicos

trigoVarios investigadores han llegado a la conclusión de que las consecuencias de la sustitución de la gasolina por biocombustibles no solo serían positivas, pues la producción de alimentos se podría ver afectada por este proceso.

Los científicos calcularon que entre un 20% y un 50% de los cereales que se planea usar en la producción de biocombustible no podrían ser recuperados, lo que contribuiría a un aumento de los precios del trigo y a la desaceleración de la producción de alimentos, informa el portal Science Daily.

Según afirma Timothy Searchinger, de la Universidad de Princeton (Nueva Jersey, Estados Unidos), sustituir la gasolina por etanol (un biocombustible) no reducirá la emisión de gases de efecto invernadero, sino que provocará que aumenten.

En ese sentido, se comprobó que cuanto más trigo se recicla mayor es el volumen de dióxido de carbono (CO2) emitido a la atmósfera.

Searchinger, que ha dirigido el estudio asegura el etanol producido con trigo generaría un 46% más de emisiones que la gasolina, y el etanol procedente del maíz, un 68% más.

La investigación se ha centrado en tres modelos empleados por agencias de medio ambiente de Europa y Estados Unidos.

Según los autores, buena parte de los cultivos que dejan de dedicarse al consumo y se destinan a la producción de biocarburantes no ha sido cubierta mediante la ampliación de terrenos. Se estima que se ha perdido para el consumo humano y animal entre el 20% y el 50% de las calorías desviadas a la producción de etanol.

El problema no es sólo la cantidad, sino también en calidad: en el caso del modelo sostenido por la Comisión Europea, parte de la pérdida de calorías para consumo humano se cubre con aceites de menor aporte nutricional. El resultado no se limita sólo a que haya menos comida.

Al disminuir la oferta, los precios de los alimentos suben en todo el planeta, lo cual tendrá efectos desproporcionados en los países más pobres, afirma Searchinger.

El estudio concluye que los modelos empleados esconden los detalles que muestran que la reducción de alimentos y su consumo son necesarios para que las actuales políticas sean efectivas, y sugiere mayor transparencia para que se puedan elaborar modelos más eficaces en la lucha por disminuir la emisión de gases de efecto invernadero.

(Con información de Blasting News)