Abuela de Plaza de Mayo envía emotivo saludo a Oscar López Rivera
Durante el mensaje de Barnes de Carlotto, las decenas de mujeres reunidas en el puente aplaudieron y gritaron el estribillo “mujeres, mujeres por Oscar, un patriota encarcelado que tenemos que sacar”. Foto: Juan Ángel Alicea Mercado/ El Nuevo Día
“Acá estoy junto a quienes lo aman, lo entienden y lo necesitan, pidiendo por su libertad. Voy a llevar este mensaje a la Argentina porque allá se debe saber que acá se está cometiendo un delito que es privar de la libertad a un patriota. Estamos con usted, tenga fuerza, sabemos que la tiene como nosotras, viejas, pero fuertes. Adelante y hasta la victoria siempre.”
Ese fue el mensaje de Estela Barnes de Carlotto al hablar ayer en Puerto Rico por teléfono con el independentista Oscar López Rivera, preso desde hace 33 años en una prisión norteamericana, acusado de “sedición”.
De Carlotto se encuentra en Puerto Rico y fue la invitada especial de la manifestación 33 mujeres por Oscar hasta su regreso, que como cada último domingo de mes se lleva a cabo en el Puente Dos Hermanos de San Juan.
Como suele suceder cada vez que se efectúa la actividad, López Rivera llamó a su hija Clarisa y esta le pasó el teléfono a la activista argentina. El reloj marcaba las 4:14 p.m.
“Don Oscar, le habla una abuela argentina que le acompaña a su hija y a su pueblo, como ustedes nos acompañaron a nosotros durante tantos años”, fue el saludo de la mujer que lleva 26 años liderando las Abuelas de la Plaza de Mayo, entidad no gubernamental que se dedica a buscar los niños y niñas desaparecidas durante la última dictadura militar en Argentina.
(Con información de El Nuevo Día)
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Grande como siempre ha sido Abuelas de Plaza de Mayo.
Cuando por fin alcancemos traer a nuestro Oscar a casa y cuando alcancemos nuestra independencia habremos celebraremos junto a nuestrxs hermanxs latinoamericanxs su solidaridad, incondicionalidad, valentía, y el habernos acompañado durante todo el camino. Tuve el honor de hablar con Oscar en el acto de febrero, cuando se dedicó la actividad a las afrodescendientes; su dulzura y las palabras tan firmes y alentadoras se entrelazan con las que escuchamos de doña Estela en una actividad el sábado: nunca ceder, resistir hasta la consecución de las metas. La lección más hermosa que nos ha brindado Oscar es que aún encerrado, las mazmorras gringas no han podido privarle de la libertad. Doña Estela se hizo libre clamando por justicia y teniendo la razón de su lado.
Gracias Cuba, gracias Venezuela, gracias Latinoamérica, gracias doña Estela. Solo el amor.