Miles de cubanos animaron hoy en todo el país la edición 17 del tradicional Maratón de la Esperanza Terry Fox, como símbolo de lucha contra el cáncer.
La carrera en la capital tuvo su punto oficial de arrancada y meta frente al Capitolio, en un circuito no mayor de tres kilómetros y que contó con la presencia del embajador de Canadá en la isla, Ives Gagnon.
Varias personas asistieron usando muletas, sillas de ruedas o patines al evento, con carácter exclusivamente participativo y abierto a todas las edades, y que desde 1998 se celebra en la mayor de las Antillas para recordar al canadiense Fox, quien murió víctima de cáncer en 1980.
"Esto es algo grandioso, como los estudios que aquí se realizan para la detección temprana o cura del cáncer. El espíritu del cubano es siempre el de victoria. Aquí se refleja. Lo vi el año pasado y lo constato nuevamente", dijo Gagnon al semanario Jit en su edición digital.
Fuera de La Habana, se celebraron caminatas y carreras populares simultáneas en localidades lo mismo en áreas urbanas que rurales.
Este año el maratón coincidió con el 35 aniversario de la Asociación Cubana de Limitados Físico-Motores, por lo que varios integrantes de esa organización se sumaron a la iniciativa en homenaje al joven canadiense.
Fox sufrió la amputación de su pierna derecha a los 18 años debido al cáncer y se propuso correr con una prótesis unos 42 kilómetros diarios por su país para reunir fondos para lucha contra la enfermedad.
Su carrera se extendió durante 143 días consecutivos y 20 meses después murió hospitalizado cuando la dolencia le alcanzó los pulmones.
Cuba realiza el maratón como gesto de solidaridad y para promover la lucha contra esa enfermedad, que en 2012 se convirtió en la principal causa de muerte en el país.
La Fundación Terry Fox ha reconocido que la nación antillana es la segunda con mayor participación en este tipo de carreras, detrás de Canadá.
(Con información de Prensa Latina)