El Parlamento de Italia ha elegido a Sergio Mattarella, magistrado del Tribunal Constitucional y ministro en distintas carteras con los gobiernos de Giulio Andreotti y Massimo D'Alema, como nuevo presidente del país europeo tras obtener 665 votos a favor, 160 más de los que necesitaba.
La elección del nuevo jefe de Estado italiano no ha estado exenta de polémica ya que hasta el último momento Silvio Berlusconi, líder de Forza Italia, ha amenazado con no votar a Mattarella, el candidato del Partido Democrático (PD) del que es secretario general el primer ministro italiano, Matteo Renzi, poniendo en riesgo la continuidad del gobierno si se rompe la alianza que ambos líderes pactaron al principio de la legislatura para sacar adelante algunas de las reformas, como la ley electoral. Al final, Berlusconi ha cumplido su amenaza, pero Renzi ha conseguido sacar adelante a su candidato igualmente.
Han hecho falta cuatro votaciones y tres días frenéticos de encuentros entre los principales líderes políticos, pero al final Matteo Renzi ha impuesto su liderazgo. También dentro de su partido, donde un ala crítica del PD se está convirtiendo en la más fuerte oposición al gobierno del ex alcalde de Florencia. "Sergio Mattarella es el candidato oficial del Partido Democrático", así lo anunció el premier a sus correlegionarios el pasado jueves pidiéndoles el voto unánime en las urnas para el político y magistrado siciliano. Sin embargo, los números con los que contaba Renzi no distaban mucho de los que tenía su partido en las elecciones presidenciales de 2013, en las que el candidato del PD, Romano Prodi, no consiguió ser nombrado presidente por la 'traición' de un centenar de sus propios compañeros de filas, que no le votaron, obligando a Giorgio Napolitano a prolongar su mandato después de que el Parlamento fuera incapaz de encontrar un sustituto.
Renzi temía que se repitiera una situación similar y por eso ordenó a su partido que votara en blanco en las tres primeras votaciones, cuando son necesarios dos tercios de los escrutinios -en este caso 673 votos--, y al candidato oficial del partido a partir de la cuarta votación, cuando basta con la mayoría simple, 505 votos. En la elección han participado 1.009 'grandes electores': diputados, senadores, representantes de las regiones y senadores vitalicios.
Esta imposición de Renzi, que al parecer no habría pactado con los líderes del resto de los partidos políticos un candidato de consenso, ha provocado las críticas no solo del líder de Forza Italia, Silvio Berlusconi, cuyo partido ha votado mayoritariamente en blanco (con algunas excepciones y polémicas internas), sino también de Angelino Alfano, ex delfín del Cavaliere, secretario general del Nuevo Centro Democrático, y ministro de Interior. Según algunas informaciones, Alfano habría desafiado a Renzi con abandonar el Parlamento durante la votación, pero a última hora habría decidido dar marcha atrás después de la amenaza del premier de expulsarlo del gobierno. Una situación que habría puesto en grave riesgo la continuidad de la legislatura.
(Tomado de El Mundo)