Con el deber de ganar

Por Aliet Arzola Lima

En cuestión de horas partirán rumbo a San Juan, Puerto Rico, los Vegueros de Pinar del Río que representarán a Cuba en la venidera Serie del Caribe, luego de resolver todos los problemas de visado que salieron a la luz pública esta semana, los cuales pusieron en duda la participación del conjunto o, en su efecto, de jugadores como Alfredo Despaigne, Osniel Madera y Liván Moinelo.

Por suerte todo quedó en un susto y Alfonso Urquiola se lleva a todos sus efectivos rumbo al compromiso caribeño, en el cual nuestra nación participa en calidad de invitada, aunque fue uno de los fundadores de la lid en el año 1949.

Mucho ha llovido desde entonces, y claras han quedado las causas de la ausencia cubana a partir de 1960, cuando fue erradicado el profesionalismo en el ámbito doméstico. Ahora, en el retorno, muy pálida fue la actuación en el 2014 de Villa Clara, que finalizó en el sótano con solo una sonrisa en cuatro salidas al diamante.

Por tal motivo, la Dirección Nacional de Béisbol no escatimó en reforzar a Pinar del Rio hasta los dientes, a riesgo de ganarse la crítica (justificada) de los parciales vueltabajeros, muy incómodos por la exclusión de peloteros insignia de la provincia, que a su juicio podían triunfar en suelo boricua.

No dudo de la calidad de los que quedaron fuera, pero en honor a la verdad no se encontraban en el mejor momento deportivo, baste decir que el plantel casi resulta eliminado de la segunda fase por su pobre desempeño en la ronda inicial de la 54 Serie Nacional.

Diferente es el caso de los jardineros Denis Laza y Andres Quiala, coronados hace un año como refuerzos de Pinar del Río, ahora fuera del conjunto pese a producir con efectividad en la actual contienda. Su lugar quedó para los patrulleros estrella del país, aunque la sobrepoblación en dicha área nos indica que algunos ni siquiera tendrán chance de salir a jugar en un certamen muy corto.

Ese detalle choca —y mucho— entre los seguidores pinareños, que anhelan la victoria del equipo, pero no la disfrutarán igual que si estuvieran en San Juan los nativos de la provincia, o en su efecto hombres que sudaron la gota gorda por conseguir el campeonato.

La necesidad de reforzarse era evidente, además, los organizadores dan esa posibilidad y todos los equipos la aprovechan en mayor o menor medida, de acuerdo a la cantidad de bajas que sufran al final de sus campañas, cuando muchos peloteros son reclamados por las franquicias de las Grandes Ligas estadounidenses y otros deciden simplemente tomarse un descanso.

Sin embargo, justo una transformación tan grande del plantel cubano —el que más refuerzos presenta con 16—, inundado por la inmensa mayoría de los titulares de la selección nacional, pone al conjunto en la obligación de ganar, sin espacios para medias tintas ni justificaciones en caso de no regresar a casa con el trofeo de monarcas.

La responsabilidad es enorme al igual que el reto, pues si bien nuestro elenco está muy por encima del nivel del certamen, ya sabemos cuán complicado se nos hace vencer a un grupo de profesionales con oficio y carretera, sin importar su rango en el beisbol rentado. Por tal motivo, resta esperar a que se dé la voz de ¡Play ball!, para entonces evaluar con lupa el desempeño de los nuestros.

Rivales en el horizonte

Precisamente, hablemos de los contrincantes en San Juan, donde no repetirá ninguna de las novenas que participó en la pasada edición del clásico caribeño en Isla Margarita, Venezuela. Como locales estarán los Cangrejeros de Santurce, últimos vencedores boricuas en la Serie del Caribe en el ya lejano año 2000.

En el estadio Hiram Bithorn tendrán el apoyo de su público y presentan una nómina de cierta consideración (incluidos 11 refuerzos), sobre todo si logran quedarse con los servicios del prospecto Javier Báez, todavía a la espera del permiso de los Cachorros de Chicago para jugar, además de los experimentados Luis “Wicho” Figueroa, Rubén Gotay, Anthony García (Jugador Más Valioso de la campaña regular), el cubano Jorge A. Martínez y el lanzador Joel Piñeiro, miembro de aquel conjunto campeón del 2000.

Los Cangrejeros son los terceros con más coronas en Puerto Rico con 13, solo superados por los Indios de Mayagüez (18) y los Criollos de Caguas (16), y en la Serie del Caribe suman cinco trofeos (1951, 1953, 1955, 1993 y 2000).

Justo la nación más ganadora en estas lides, República Dominicana, se presentará en San Juan con los debutantes Gigantes del Cibao, franquicia fundada hace solo 19 años. Una figura salta a la vista en el plantel dirigido por Audo Vicente, que tiene 14 rostros nuevos.

Hablamos del portentoso jugador de cuadro Maikel Franco, quien también precisará de un permiso de los Filis de Filadelfia para saltar al diamante boricua. Igualmente destacan hombres con experiencia en las Mayores como Alexi Casilla, Jonathan Villar, Luis Jiménez y Elián Herrera, encargados de suplir las bajas de Jean Segura, Carlos Peguero, Hanser Alberto y Moisés Sierra, los bates de poder en los Gigantes que ahora están fuera por diversas razones.

Por México pugnarán los Tomateros de Culiacán, segundo club con más gallardetes (10) en el circuito profesional azteca. La franquicia sinaloense seleccionó 11 refuerzos para tapar los huecos de su nómina, que reúne a los conocidos Oscar Robles, Francisco Campos, Juan Delgadillo, Oscar Villarreal y Anthony Vásquez, este último puntal en la obtención de su más reciente título en la Liga del Pacífico.

Los Tomateros tienen basta experiencia en Series del Caribe, pues han participado en siete ediciones, con dos coronas (1996 y 2002), tres subtítulos (1985, 1997 y 2004) y dos cuartos lugares (1978 y 1983), resultados que los ubican como el primer elenco mexicano en obtener dos campeonatos en la lid regional.

En San Juan cargarán la presión de repetir los triunfos alcanzados por los representantes mexicanos en las dos últimas Series, ganadas por los Yaquis de la Ciudad Obregón y los Naranjeros de Hermosillo.

Por último, los Caribes de Anzoátegui estarán por Venezuela, tras vengarse en la final de su liga de los Navegantes de Magallanes, que el año anterior los desbancó en la lucha por el cetro doméstico.

Los criollos son de momento el equipo que menos refuerzos ha seleccionado (3), algo que ya habían anunciado tras su victoria contra los Navegantes, aunque la noticia no ha sentado muy bien en la prensa especializada venezolana, partidaria de llevar más peloteros de otras franquicias para tener mejores opciones en San Juan.

De cualquier forma, en el papel luce muy bien la selección, que conservó al toletero Balbino Fuenmayor, al cubano Félix Pérez, de imponente ofensiva, así como al talentoso Oswaldo Arcia, quien ya conectó 20 cuadrangulares en la pasada temporada de las Grandes Ligas con los Mellizos de Minnesota.

Anzoátegui no tiene mucha tradición en Series del Caribe, pues solo ha participado una vez desde que fueron fundados en 1987, situación parecida a los Gigantes del Cibao dominicanos, con muy poco recorrido en las ligas invernales.

De cualquier forma, todos estos conjuntos reúnen peloteros con experiencia, algunos todavía valorados por las organizaciones de las Grandes Ligas, motivo suficiente para seguir con cautela el evento, pues los nuestros, cuando han aparecido los profesionales, no siempre han mostrado su mejor versión.

PD- Cubadebate conoció a través de colegas de Pinar del Rio que finalmente el pelotero pinareño Osniel Madera no recibió el visado estadounidense para acudir a Puerto Rico y no podrá participar en la Serie del Caribe.