Poroshenko reiteró con anterioridad que el estatus de no alineado no garantiza la seguridad de Ucrania.
La adhesión de Ucrania a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) podrá provocar la ruptura total de relaciones entre Rusia y la alianza castrense occidental, afrimó hoy el viceministro de Defensa Anatoli Anatoli Antónov.
Al referirse a la derogación la víspera por Kiev de la condición de país no alineado con la aprobación de un proyecto de ley propuesto por el presidente Petro Poroshenko, el vicetitular aclaró que, por ahora, no amenaza a la seguridad rusa.
Citado por el portal multimedia Sputnik, Antónov explicó que por el momento la decisión es política, pero afirmó que si la incorporación al bloque llega a producirse, ese paso adquirirá carácter militar y entonces supondrá la ruptura completa con la Alianza.
El texto apoyado ayer por 303 diputados (77 votos más que los 226 necesarios) expresa la decisión de que Ucrania continúe la ruta de ingreso en la OTAN, y debe entrar en vigor 24 horas después de su publicación.
Poroshenko reiteró con anterioridad que el estatus de no alineado no garantiza la seguridad de Ucrania y argumentó sobre esa base que debe ser rechazado. Esa condición figuraba en la ley sobre los principios de política exterior y las prioridades nacionales del país desde 2010.
Prometió Poroshenko que la unión a la alianza noratlántica dependerá de un referéndum en el que el pueblo tomará la decisión definitiva.
Entretanto, el Comité de Investigaciones de Rusia (CI) informó que un tal "capitán Voloshin" es el primer sospechoso del derribo del avión de Malaysian Airlines en Ucrania con 298 personas a bordo, según revelaciones de un presunto testigo.
Sin identificar el nombre de la fuente por razones de seguridad, Vladimir Markin, portavoz del CI, confirmó el interrogatorio la víspera en el que el testimoniante reiteró la versión ofrecida previamente en declaraciones al diario Konsomolskaya Pravda.
El exmilitar ucraniano sostiene que un avión SU-25 de la Fuerza Aérea de ese país pilotado por un cierto "capitán Voloshin" despegó el día de la tragedia desde una base en las afueras de la ciudad de Dniepropetrovsk, 400 kilómetros al sur de Kiev, donde él prestaba servicio.
La fuente, quien reafirmó la autenticidad de su versión en el polígrafo detector de mentiras, subrayó que el aparato estaba artillado con misiles aire-aire R-60, algo inusual pues los rebeldes carecen de fuerza aérea, y que al aterrizar se percató de que ya no tenía los cohetes.
Para el denunciante resulta más sospechoso aun, según lo publicado hasta ahora, el nerviosismo de Voloshin y su expresión de que "se encontraba en el lugar inadecuado en el momento inadecuado" al referirse supuestamente al vuelo comercial MH-17, en el que murieron 298 viajeros, incluida la tripulación.
Markin dijo que esta declaración es una prueba importante, pero no la única de que en el siniestro del Boeing estuvieron implicadas las Fuerzas Armadas ucranianas.
Kiev reconoció que el presunto homicida Voloshin sirve como piloto en la Fuerza Aérea de Ucrania, pero se apresuró en añadir que el día del derribo del Boeing 777 no realizó ningún vuelo.
(Con información de Prensa Latina)