Cubadebate

Foto: Ladyrene Pérez / Cubadebate.

Parece un personaje de otra época y al mismo tiempo no puede ser más que de esta.

Presume de modales y maneras de los que presumían mis abuelos —se levanta si alguien llega, mira a los ojos de su interlocutor cuando habla, conversa en voz baja y sin gesticular, no interrumpe las conversaciones, tiene un mensaje de saludo para cada persona a su paso...—, cuando el contexto lo exige.

Y los combina con modos y verbos underground y no, aprendidos en esta, su ciudad adoptiva —una especie de mixtura entre reggaetón y hip-hop en sus parlamentos, irreverencia que no irrespeto en sus palabras, cuestionamientos y certezas a la vez, gallardía, no petulancia...—, si las circunstancias lo permiten.

Por eso uno se lo imagina en otra geografía y al mismo tiempo no puede ser más que de América, del Caribe, para especificar, de las Antillas, para más señas, entrañablemente de Cuba, "así me siento, pinareño y ciento por ciento cubano", como él mismo enfatiza sin estridencias.

Es posible que haya tenido algunos fracasos en sus 32 años de existencia. Pero en aparienciala vida le ha sonreído, lo ha tocado con mano amiga, lo ha tratado de un modo inmejorable, porque no hay quien le quite esa sempiterna imagen de persona divertida, feliz, realizada.

Así es el hombre que nos recibe —a trote con más de 120 kilos en su anatomía— y nos pide esperar como si de una disculpa se tratara, "porque acabo de llegar, no me queda mucho tiempo, tengo que correr", ocupado como está en mantener el peso para "no perder velocidad y llegar con todo allá, no quiero sorpresas".

Allá es México, Veracruz, donde aguarda la única corona por la que no ha podido luchar y quiere ceñirse Mijaín López Núñez, dos veces monarca olímpico, pentacampeón mundial y conquistador de cuanto título de lucha grecorromana se ha puesto en disputa.

Nos extrañó tanto ímpetu por querer combatir en el menor nivel posible, por pretender lidiar donde no habrá batalla, por imponerse en unos Juegos Centroamericanos y del Caribe a los que, si llegan luchadores para armar la competencia, de seguro concurrirán a admirar de cerca una leyenda viva y no a romperla.

Intrusos como somos, le preguntamospor qué y, una vez que detuvo su trote, con rostro de quien es interrumpido por un fan y desafiado por un superpesado a la vez (la cara había que verla), respondió tranquilo.

"A mí no me gusta perder, ustedes lo saben. Mientras esté activo, lo mío es ganar, ganar y ganar, y para eso no puedo confiarme en nadie, además, no quiero darle la oportunidad a ningún árbitro para que decida una pelea mía", dice casi de memoria, mientras niega también con el dedo y continúa su carrera, dejando para media hora más tarde, "quizás una hora", la breve entrevista que le pedimos.

Vaya lo anterior como preámbulo de la conversación que sostuvimos, exactamente 47 minutos después, con un atleta al que solo el tiempo nos permitirá admirar en su justa dimensión.

Foto: Archivo.

-Me ilusiona mucho, es el único título que me falta y quiero tenerlo. Me quedé con ganas en 2006 (Cartagena de India, Colombia). Pero también es un compromiso, fui el abanderado de la delegación y no me queda otra que ganar... No, no, no es una presión es que me debo al pueblo que me sigue y lo mejor que puedo hacer es competir e intentar ganar para Cuba. Bueno, intentar no... (sonríe).

¿Crees que el equipo pueda barrer en Veracruz?

-¿Que si lo creo? Estoy seguro. Por lo menos estamos enfocados en ganar, no en otra cosa. Se hizo una buena preparación, hubo fogueo, conocemos bien a todos los rivales, porque los hemos visto en otras competencias, aquí mismo en las copas internacionales, así que no habrá sorpresita (sonríe)... Y todos sabemos que tenemos que salir por la victoria desde el principio, para no dejar a los jueces que decidan.

¿Y los de lucha libre?

-Ellos tienen más rivalidad... Pero na', esos son de pelea también y le van a ir pa'rriba a la competencia y tú verás que van a acabar. Se prepararon bien también y el objetivo es buscar la medalla de oro en todas las divisiones.

Fuiste a la inauguración de los Juegos, regresaste para continuar preparándote y vuelves ahora a competir. ¿Qué impresión te dejó Veracruz en ese breve tiempo?

-Espectacular, la inauguración fue bonita, emocionante. Hay ambiente de deporte allí, de verdad. Lo que no me gusta es estar en hoteles, que no haya una Villa, que es donde uno se relaciona con los otros atletas, de los demás países y los de Cuba, y los apoyas; y estás al tanto de cómo va tu país, del medallero, de quien se llevó muchas medallas... Ese ambiente se pierde, ¿entiendes?

Foto: Archivo.

-Bueno, no me puedo quejar, ¿verdad? (alude, sin mencionarlo, a su quinto título mundial, conquistado en Taskent, Azerbaiyán).

¿Extrañaste luchar, por qué regresaste?

-Siempre se extraña, más de la mitad de mis años me la he pasado en la lucha (dicho sea entre paréntesis, se inició en el béisbol, "y no era malo", según sus propias palabras). Esta es mi vida. Pero cogí un chance, estaba un poco cansado de los sacrificios para bajar de peso, además, hay que darle oportunidad a los jóvenes que vienen detrás, ¿no creen? (ríe).

Regresé porque nunca he perdido la ganas de entrenar y estar en el colchón, bueno y me embulló mucho que subieran la división (de 120 a 130 kilogramos), como eran antes. Ahora me toca desquitarme las que me hicieron cuando era joven, que no llegaba a 110 kilos y tenía que pelear con luchadores que me sacaban hasta 20 libras. Igual, tengo que mantener un peso adecuado, no puedo confiarme, pero ahora no tengo que dejar de comer tanto...

¿Hay algún luchador joven que pueda sustituirte y tener buenos resultados?

-Hay algunos, uno de La Habana, que tiene 22 años y ahora no recuerdo su nombre, discúlpame por eso. Y también juveniles. Los profesores son buenísimos, son magos y cuando yo no esté habrá otros muy buenos. Aunque no sé si tengan mi suerte, ya eso no puedo predecirlo (ríe). Pero bueno, yo todavía estoy aquí.

¿Qué te espera después de los Juegos Centroamericanos y del Caribe?

-¿Qué ustedes creen? ¡La lucha! Seguir en la pelea, pa'lante, ustedes saben... Ahora viene la Gala de la Lucha, aunque tengo la Asamblea Nacional del Poder Popular (es diputado) y quiero darme una vueltecita por Pinar del Río para estar con mi gente.

Te espera un 2015 importante y ya vas para 33 años.

-Todavía, todavía, falta un poco (20 de agosto) y yo me siento como nuevo, me siento bien (risa). Sé que el año que viene es importante. Lo tengo apuntado. Hay Panamericano en Chile, están los Juegos Panamericanos de Toronto y el Mundial, que son las competencias más importantes, las que la gente y ustedes los periodistas siguen, y tengo que prepararme bien.

¿Ya te fijaste pronósticos?

-Eso de pronósticos conmigo no va... Ganar las tres. Ya les dije, yo no pienso en otra cosa que no sea ganar. Pero, oigan, el año importante es 2016.

Claro, por los Juegos Olímpicos, ¿sueñas con el tercer título?

-Sí, por los Juegos, quiero ser tricampeón. Vamos a ver si tengo suerte con las lesiones, si no hay ningún problema hasta esa fecha y puedo ganar otra vez. No será fácil, yo lo sé. Pero es importante también porque si pierdo, me voy.

¿Estás abriéndole la posibilidad a una derrota en Río, ya estás pensando en el retiro?

-No es eso, es que hay que ser realista. Los años no pasan por gusto. Depende de cómo llegue físicamente allá. Tres meses antes de los Juegos Olímpicos me preguntan y les digo si gano o no. Y si digo que gano y después pierdo, pues me retiro... Sí, sí, si no soy campeón me retiro.

¿Y si ganas?

- (Sonríe, calla, nos mira indistintamente una y otra vez, hace la más larga pausa en la conversación, vuelve a sonreír)... No sé. Ya decidiré y ustedes lo sabrán.

Mijaín, después de entrenamiento, con su sobrina. Foto: Ladyrene Pérez / Cubadebate.

Video de la pelea por el título en los Juegos Olímpicos Londres-2012