Cuando Schehrezada encontró en la historia de Alí Babá su oportunidad de enamorar a al sultán Schahriar y así salvar de la muerte a las mujeres de su tierra, nunca imaginó que ese sería el nombre del terror de las compañías de comercio electrónico mundial. Con solo dos meses de haber salido a la bolsa en Wall Street, es Alibaba la mayor empresa de su tipo en el mundo. Suficiente para dejar atónito al más pinto de los 40 ladrones.
Alibaba Group Holding Limited es un grupo de empresas de comercio electrónico que incluye portales de negocio a negocio, servicios de venta al por menor y de pago online, con un motor de búsqueda de compras centrado en los datos de servicio de la nube.
Tiene su sede en Hangzhou, China, y comenzó siendo solamente un portal web —Alibaba.com, fundado en 1999 por el entonces profesor de inglés Jack Ma— que tenía como intención conectar a los fabricantes chinos con compradores extranjeros.
Con más de una decena de servicios, la compañía lidera el comercio electrónico en la República Popular China. Para junio de este año su fuerte demanda había provocado unos ingresos trimestrales de 2 540 millones de dólares.
En el periodo comprendido entre marzo de 2013 y marzo de 2014, la compañía reportaba 3,7 mil millones de dólares en ingresos netos, casi el triple de lo que generó un año antes.
Pero Alibaba no se conformó. El 19 de septiembre protagonizó la mayor presentación en la historia de Wall Street, comenzó a cotizar como BABA. Cuando se estimaba que los valores oscilaran entre los 60 y los 68 dólares, el precio de apertura fue de 92,70. Al cierre de ese día Alibaba firmó una subida del 38,1%, con un volumen de 271 millones de acciones negociadas y una recaudación de 25 mil millones de dólares.
Su capitalización —que superó holgadamente la de otras empresas con salidas paradigmáticas a la bolsa como Facebook, eBay y Twitter— valoró a la compañía en 168 mil millones de dólares y permitió que los inversores se dirigieran a BABA directamente, y no con Yahoo como intermediario.
Empresa en expansión
Alibaba compite en China con otras compañías como Tencent y Baidu, y para hacerles frente ha centrado sus esfuerzos en clientes que empleen teléfonos inteligentes y tabletas. Tal es así que para el 30 de septiembre su vicepresidente ejecutivo, Joseph C. Tsai, declaró que la compañía contaba con 217 millones de usuarios activos de sus aplicaciones móviles de comercio electrónico, 29 millones más que en junio.
El gigante chino del comercio electrónico se ha asociado a la compañía de servicios postales estatal de Brasil, Correios, para que las pequeñas empresas utilicen su sistema de pago electrónico Alilaya al vender productos en China. Tiene acuerdos firmados en Italia y Francia, para la venta fácil en su plataforma Tmall, así como una participación de 250 millones de dólares en el correo postal de Singapur. A cambio, las empresas de esos países obtienen acceso directo al mercado chino.
Su más reciente cofradía es con la plataforma de ventas online para negocios pequeños y medianos: Bigcommerce. Alibaba ofrece los servicios de su programa de protección de pago e inspecciones de control de calidad mientras recibe la oportunidad de vender más productos y aumentar su reputación.
Desde su debut del 19 de septiembre en la bolsa de New York, sus acciones han aumentado en un 75 por ciento, y ha anunciado ganancias que rompen con los estimados de los analistas. Los ingresos en el último trimestre, por ejemplo, aumentaron a 2,7 mil millones de dólares, más que los 2,6 estimados por analistas sondeados por la agencia noticiosa del Reino Unido Reuters.
El vertiginoso crecimiento de la empresa ha llevado a la revista Forbes a anunciar que es su presidente Jack Ma el hombre más rico de China, y que su fortuna personal ha aumentado de 7,1 mil millones de dólares en 2013 a 19,5 mil millones.
Gracias a los solteros que le han dado tanto
Alibaba promete ser de esas empresas que no dejan de sorprender: el 11 de noviembre, fecha en que se celebra la soltería en China con un regalo para sí mismo, registró 5,9 mil millones de dólares en transacciones, un 60 por ciento más que las ganancias en fecha similar del año anterior.
Para atraer a comerciantes y consumidores internacionales empleó 27 mil marcas, ofreció hasta el 50 por ciento de descuentos para gran parte de los productos en sus portales AliExpress, Taobao Marketplace y Tmall, y la posibilidad de ordenar con anterioridad con un depósito del 15 por ciento.
En este suceso tuvo mucho que ver AliExpress, plataforma que se enfoca en los clientes internacionales, y que se ha convertido en el sitio cabecera para compras en Rusia y Brasil.
Por el ojo de la aguja
No obstante su éxito, la compañía china requiere conquistar a su mayor mercado potencial: Estados Unidos, donde es prácticamente desconocida. Se acentúa así la rivalidad que podría esperarse con su similar estadounidense Amazon. Algunos analistas afirman que Alibaba tiene las de ganar en esta batalla, pues para los inversores la misión de la empresa norteamericana de ser el lugar más amigable y barato donde comprar, se verá eclipsada por la capacidad de la empresa china de explorar distintas formas de negocio, y por sus grandes ganancias, algo que a Amazon le está costando desde hace algún tiempo.
Las ganancias del 11 de noviembre ofrecen una perspectiva de lo que sucede: las promociones del Viernes Negro, en la espera del día de Acción de Gracias, lograron ventas el pasado año en Estados Unidos de 5,29 mil millones de dólares, lo cual representa un poco más de la mitad de lo que Alibaba hizo el día de Solteros.
En el mundo del mercado internacional una reacción demorada puede costar la vida de una empresa, y la competencia de Alibaba no se da el lujo de esperar: se habla de una alianza estratégica de las empresas chinas Wanda, Tencent y Baidu, y algunos ven en la separación de eBay y PayPal, anunciada a finales de octubre, señales de las maniobras para hacerle frente.
Como es de esperarse, no son pocos los que enrumban su mirilla hacia Allibaba y vigilan, entre ansiosos y temerosos, cuál será la próxima sorpresa del gigante asiático del comercio electrónico.