El filme Meñique de Ernesto Padrón, estuvo entre las once cintas que compitieron por el premio del público infantil y juvenil de la sección Europa Junior, del Festival de Cine Europeo de Sevilla,2014. Los asistentes con su voto seleccionaron, este sábado quince, para el Premio Giraldillo Junior a Las aventuras del séptimo enanito, de Alemania, del director Harald Siepermann. La cinta cubana fue muy bien acogida y tuvo su primera prueba de fuego internacional.
Ernesto Padrón anda por España con su Meñique. Luego de su acabado técnico la cinta fue vista por niños y adolescentes de aquel país con la misma complicidad que sucedió en Cuba. Por esta asistencia y el gusto de los niños, se le augura un éxito de público.
Ahora bien, este sábado 16 se sabrá si triunfó o no en el Festival de Cine de Sevilla en la sección Europa Junior. Crucemos los dedos, aunque más allá de los premios lo verdaderamente importante es la acogida que tiene la cinta entre los niños pequeños, según me cuenta Ernesto en una suerte de crónica hecha con placer a cuatro manos, porque ¡¿cómo no?! los que peinamos canas también disfrutamos de Meñique.
Estoy en España por dos razones: una, hacer el máster de la película en DCP (Digital Cinema Projet), el cual no se había realizado. En Cuba se estrenó con blu-ray y DVD. Y es posible que en el Festival de Cine en La Habana la veamos en DCP.
Ese proceso del máster me llevó a Santiago de Compostela, a la firma gallega que coprodujo el filme, para allí hacer el montaje final de la imagen, luego a Coruña, a realizar las pistas de sonido 5.1, y finalmente a Madrid, al laboratorio que hace el máster, nombrado Deluxe Madrid.
La otra razón es participar en el Festival de Cine de Sevilla, donde Meñique y el espejo mágico, que es como se llama la versión castellana para España, tuvo su pre estreno y ha participado en la sección Europa Junior, donde el público infantil escoge la película que más le gusta.
¿Ya hiciste alguna presentación de Maimiño?
Cuando estuvimos en Santiago de Compostela, tuvimos el privilegio de exhibir la versión en gallego, Maimiño, en la Fundación Neira Vilas, que queda en la comunidad de Gres, que preside nuestro Pepe Neira, el que fuera jefe de redacción de la revista Zunzún y esposo de Anisia Miranda.
Imagen: La Jiribilla
¿Cómo te fue con los niños y niñas de Galicia?
La proyección de Meñique (o Maimiño) en la Fundación Neira Vilas, en su versión gallega, el martes 28 de octubre, fue todo un éxito. Se realizó con 26 alumnos de primaria y 24 de secundaria, de la comunidad de Gres. Al final aplaudieron mucho y tanto los profesores como los niños dijeron que les había gustado y que sería un rotundo éxito en España.
A Neira le encantó la película y habló muy bien de la versión en gallego. Aplaudió la adaptación libre del cuento y dijo que seguro gustará muchísimo cuando se estrene comercialmente.
Después de la proyección les repartieron unas planillas a los alumnos con cinco preguntas. Asistieron a la presentación además de los niñosdos profesoras, un cineasta amigo de Neira, y varios de los especialistas gallegos que trabajaron en Maimiño. A algunos de ellos no los conocía porque en el anterior viaje ya no estaban trabajando, pues habían terminado los procesos de sus especialidades. Entre ellos estaban dos compositoras, un iluminador, Víctor, el de los Fx, Pablo, el editor y tres especialistas más.
Me contaste sobre la primera prueba, ¿y la segunda, en el festival?
Te confieso que Meñique fue un triunfo total en su preestreno en el Festival de Cine de Sevilla, el domingo 9 de noviembre. La sala llena, aplausos al final y desfile de niños y padres elogiando la película y felicitándome personalmente.
Cuando llegamos al Centro Comercial Nervión, que tiene 20 salas, ya había cola para entrar a la número tres, la de Meñique. Afuera, en una de las aceras laterales del edificio, había un enorme cartel de la película y a la entrada de la sala un photocall, con alfombra roja y en la pared un cartel con los logos de los promotores del festival. En el pasillo, ya adentro, más alfombras rojas y displays de Meñique, Denise y el gigante, igualitos a los que hicimos para la premier en La Habana. El gigante más pequeño y por eso no impresiona como lo hace el nuestro.
Allí, mientras desfilaban los padres con los hijos hacia el interior de la sala, pasó a saludarnos el cineasta José Luis Cienfuegos, el director del Festival de Cine de Sevilla.
Entonces, entramos a la sala repleta de padres y niños en su mayoría pequeños. Bajo la pantalla pusieron tres banquetas y ahí nos sentamos Julio Casal, el coproductor gallego, María Castro (la actriz que hizo la voz de Denise en la versión castellana para España) y yo. Una especialista del festival hizo la presentación general y luego me pasó el micrófono. Hice una presentación breve, como podrás imaginar, luego hablaron María y Julio.
El público aplaudió y nos sentaron en la primera fila, incómodos para ver la peli. Pero cuando se apagaron las luces yo me corrí hacia las filas del medio, pues cuando estaba en la presentación le eché el ojo a dos sillas que estaban desocupadas.
Y al finalizar, cuando Denise besa a Meñique, se produjo una salva de aplausos que me electrizó como en la premier de Cuba. Entonces pasamos de nuevo a las banquetas María, Julio y yo, y la especialista le preguntó a los niños si querían hacer preguntas. Se levantaron muchísimas manitos y esos niños pequeñitos, lindos, empezaron a bajar por los pasillos y se paraban junto a la actriz y, más que hacer preguntas, establecieron un diálogo con ella. Decían frases de elogio, dijeron qué les había gustado, hicieron sonidos de la película, bailaron... Fue algo realmente hermoso y la manera más extraordinaria de expresar el gusto por una obra; que por demás no fue concebida para esas edades. Las escenas que vivimos esa tarde en el cine son muy difíciles de describir, por suerte están grabadas en video, todas, porque le di la cámara a Mandy y él pudo capturar ese momento mágico con los niños.
Y finalmente, para rematarme de la emoción, comenzaron a acercarse los padres y me felicitaban con una carga de agradecimiento tal, que quedé sin saber si iba a dormir esa noche. Escribir esas emociones me ayudan a compartirlas y justifican con creces el esfuerzo y el sacrificio por crear una obra de arte que logra tocar, comunicar y conmover a un público de niños y adultos.
¿Hubo otra presentación?
El día 10 se realizó la segunda proyección de Meñique, esta vez en el teatro Lope de Vega, construido en 1929. Su arquitectura es neoclásica, con una cúpula coronando su enorme vestíbulo, y una sala en forma de herradura, con balcones y palcos. Todo hermoso. Pero lo más hermoso eran las filas de niños pequeños, de varias escuelas de primaria, entrando a la sala y llenándola por completo. Esta vez subimos al escenario Julio Casal y yo a hacer la presentación, pues María Castro solo vino al pre estreno.
Nosotros nos sentamos en unos palcos laterales, y eso me permitió observar a este bullicioso público, que de pronto hizo silencio cuando apareció el valle de Viñales y comenzó la música.
Sucedió algo nuevo... Los niños comenzaron a interactuar con la película de una forma diferente: no solo rieron, sino también aplaudieron cuando Meñique gana la competencia gracias a los objetos mágicos, y gritaron “¡El beso!¡El beso!”en la escena final de la boda, y le dedicaron una tanda de aplausos al beso final que le da Denise a Meñique. Eso, para mí, fue genial, increíble: niños pequeños que entendieron, disfrutaron y se apropiaron de la historia con una intensidad realmente sorprendente.
Y cuando la especialista del festival, responsable de la presentación, les pidió a los niños que hicieran preguntas, fue algo inolvidable. Una niña preguntó si la bruja había muerto o seguía viva; otra me pidió que le explicara qué me había motivado a hacer Meñique, y otra más quiso saber cómo se hacía un animado; y, finalmente, otro niño preguntó si ya tenía en mente hacer otra película con los mismos personajes. Las respuestas me llevaron un tiempo y fue divertido, pero como me habían pedido que fuera breve, pues los niños debían regresar pronto a la escuela, al final de mi última respuesta les pedí que levantaran la mano los que querían una segunda película de Meñique, y aprobaron la propuesta por unanimidad y enseguida volvieron a aplaudir.
Ya en el vestíbulo, a la salida,mientras iban en filas, uno de ellos me anticipó un saludo con la palma de la mano; enseguida lo complací, y al hacerlo me dijo: "No deje de hacer la segunda película".
Esta proyección más otras que ya se hicieron con niños de mayor edad, son las que seleccionan la preferencia de ellos por las películas del festival. Cuando entran a la sala les reparten unos cupones, y a la salida ellos los depositan en unos buzones. Los cupones tienen diferentes puntuaciones, y los niños arrancan el número que le dan a la obra que acaban de ver.
Pero amén de que había que esperar el resultado de estas votaciones al final de la semana, la noticia el 10 de noviembre fue que Meñique era ¡la película más vista del festival!
Me tienes interesada y supongo que a los lectores también, ¿cómo sigue este cuento?
El 11 de noviembre, se repitió la misma resonancia del público con Meñique en el Festival de Cine de Sevilla. Fue de nuevo en el teatro Lope de Vega y con niños de primaria —pero mayores—, unos pocos de secundaria, y un grupo de jóvenes estudiantes de animación 3D.
Fue un público hablador, porque los pequeños comentaban todo lo que veían, y se convirtieron en un "publiconómetro" de las escenas más atractivas del filme, porque hacían silencio y quedaban en plena concentración.
Al igual que en la anterior exhibición, aplaudieron el triunfo de Meñique al ganar la competencia, se rieron mucho y se repitió la algarabía con la escena del beso. Luego vino la ronda de preguntas, pero la primera niña que habló dijo: "Me gustó mucho Meñique" y los que después pedían el micrófono reiteraron su gusto por el filme. Había una única niñita negra en la sala, al fondo, con un abrigo azul, la cual llevaba cantidad de tiempo levantando la mano para preguntar. Por suerte la especialista del festival, la presentadora, se percató y pidió que le dieran el micrófono. Y la niña dijo: "les quiero mandar un beso". Solo eso dijo, pero nos conmovió hasta más no poder.
Después varios niños sí hicieron preguntas: qué me había motivado a hacer la película, cómo se hacía una animación, y si haría una segunda parte. Fueron sensacionales las muestras de su aceptación y la bulla que formaron para apoyarla.
Finalmente Esther, Julio y yo conversamos con los estudiantes de animación. La maestra hizo la mayoría de las preguntas, pero creo fue muy interesante para los estudiantes escuchar nuestras experiencias.
Podemos resumir lo siguiente sobre la exhibición de Meñique en España: ninguno de nosotros se esperaba esta enorme aceptación del público infantil, y menos viniendo de niños tan pequeños. La identificación con la historia y con los personajes fue total; y lo expresaron interactuando con la película en los momentos de triunfo de los personajes protagónicos, riendo, coreando y aplaudiendo.
Fueron en total cuatro proyecciones, si contamos la que se hizo en la Fundación Neira Vilas, en Gres. El sábado 16 se dará a conocer la película seleccionada. ¡Crucemos los dedos!
(Tomado de La Jiribilla)