Alrededor de un millón de personas en Iraq y Siria, que debieron abandonar sus hogares debido a los conflictos armados, no recibirán la asistencia apropiada para afrontar el invierno debido a la escasa financiación que ha recibido la ONU para tales fines.
El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) lleva semanas trabajando en los preparativos para que las poblaciones refugiadas de ambos países puedan pasar el invierno en las mejores condiciones y ya ha invertido 154 millones de dólares con este fin.
Sin embargo, el déficit de 58,5 millones de dólares que está experimentando para este programa le está obligando a ACNUR a tomar "decisiones duras", dijo hoy su portavoz, Melissa Fleming, en Ginebra, sede de dicho organismo.
La falta de ese dinero implica que 990.000 personas, principalmente desplazados internos y refugiados recientes de Iraq y Siria, se quedarán sin recibir la ayuda planeada para el invierno, explicó.
"En Iraq, las necesidades son gigantes, pero la financiación no sigue el ritmo de los nuevos desplazamientos", agregó.
En este país, que se encuentra en la espiral de un nuevo conflicto debido al avance en el norte del grupo yihadista Estado Islámico (EI), 1,9 millones de personas se han desplazado únicamente este año y 225.000 han huido del país como refugiados.
Esas cifras no incluyen a las cientos de miles de víctimas del conflicto sectario que padece el país desde la caída del dictador Sadam Husein, en abril de 2003.
(Con información de EFE)