La confianza de los estadounidenses en el presidente Barack Obama alcanza el 43%, un porcentaje mínimo como en tiempos de la renuncia de Richard Nixon, en 1974, involucrado en el caso Watergate.
Pero la confianza ciudadana en los poderes Legislativo y Judicial son aún peor, según el sondeo de Gallup difundido este lunes, con un magro 28%.
Sin embargo, una realidad muy distinta vive el presidente ruso, Vladimir Putin, cuya popularidad está por las nubes en medios de la crisis ucraniana y los enfrentamientos con Europa y Estados Unidos.
Un ejemplo de esta aceptación fueron las elecciones regionales recientes en algunas provincias de ese país. Rusia Unida, el partido de Putin, obtuvo 20 de los 30 puestos de gobernador en juego, mientras otros nueve candidatos victoriosos también recibieron el respaldo del mandatario; el último puesto fue para el Partido Comunista, que ha apoyado a Putin en su política respecto a Crimea y a Ucrania.
Por primera vez, Crimea y Sebastopol eligieron sus asambleas legislativas como parte de Rusia. En Crimea, el partido gubernamental obtuvo más del 70% de los votos y dominará un parlamento local en el que, según los datos preliminares, estará representado sólo otra organización: el nacionalista Partido Liberal-Democrático (PLD).
En Moscú, de los 45 escaños en juego, Rusia Unida consiguió 28, y otros 10 los ganaron los candidatos independientes apoyados por esta formación. Los comunistas obtuvieron cinco diputados; el PLD, uno; y otro el movimiento Ródina (Patria). La derecha prooccidental —que se autodefine como “democrática”— ha desaparecido prácticamente del mapa político ruso.
El primer ministro, Dmitri Medvédev, al comentar estas elecciones, expresó: “En tiempos en que una serie de nuestros socios —si es que se les puede calificar de tales— está poniendo a prueba a Rusia a través de sanciones y de toda clase de amenazas, es importante no sucumbir a la tentación de optar por las llamadas soluciones fáciles, sino continuar desarrollando los procesos democráticos en nuestro país”.
(Con información de ANSA y El País)