Buena parte de los manglares de Surgidero de Batabanó, en Mayabeque, están protegidos porque forman parte del Área de Refugio Animal Sur Batabanó. Sin embargo, siguen reportándose violaciones. Foto: IPS
Por Lázaro Silva
No hay que ser un especialista para saber que la costa sur de Mayabeque tiene problemas medioambientales por la desaparición del mangle en la zona del litoral, además de la apropiación de franjas de tierra por el mar, así como una fuerte disminución de la biodiversidad marina y forestal.
Los más de 150 km que forman las costas de Surgidero de Batabanó, la Playa de Melena del Sur, con las zonas bajas de Güines, San Nicolás y Nueva Paz, se ven afectados por acciones ilegales que van desde la extracción de arena hasta la tala indiscriminada de importantes especies boscosas.
Dentro de ellas aparecen el mangle rojo, prieto y el patabán, que forman una barrera natural para evitar la penetración del mar en esas localidades.
Desde hace dos décadas atrás el sur de lo que fue la antigua provincia de La Habana, la cual dio origen a los territorios de Mayabeque y Artemisa, comenzó a sufrir por el deterioro del entorno.
Esto se agravó no solo por la pérdida de arena y el mangle, también por el efecto negativo de la caza y la pesca furtiva -aunque esas ilegalidades disminuyeron en gran parte por las acciones del Cuerpo de Guardafronteras y leyes regulatorias-. Sin embargo, la situación actual dista aún de ser lo favorable que se quisiera para mantener sano el ecosistema.
El llamado de alerta está hecho para proteger y cuidar el sur de Mayabeque, donde vale destacar el desempeño de los pioneros quienes forma parte del Grupo de Amigos a las Ciencias pertenecientes al Museo de Batabanó, en la limpieza por la zona costera de Surgidero.
(Tomado del diario digital Mayabeque)