Cubadebate

LAS ACCIONES DEL GOBIERNO DE ISRAEL CONTRA GAZA SON CRÍMENES DE GUERRA
MSc Enrique R. Martínez Díaz, Investigador
Centro de Investigaciones de Política Internacional, La Habana, Cuba
Los recientes acontecimientos en Gaza son una cruel repetición de acciones realizadas por poderes militares contra poblaciones civiles indefensas que han signado la realización de las guerras desde que los medios aéreos comenzaron a ser utilizados con fines bélicos.
La larga lista de ciudades que han sido blanco de ataques aéreos, con la consecuencia de miles de muertos, data desde los casos conocidos de Guernica, Coventry, Dresden, Hiroshima, Nagasaki, pasando por Hanoi, Belgrado, Fallujah, y ahora es Gaza la que nos inunda de imágenes brutales, con la agravante que no es la primera vez, pues ya data de siete años el cerco a esta zona densamente poblada, y en varias ocasiones el gobierno de Tel Aviv ha bombardeado la franja territorial poblada por palestinos.
Suponiendo que el aludido secuestro y asesinato de tres jóvenes israelíes fue realizado realmente por el movimiento Hamas, y que la intención del gobierno sionista es castigar a los culpables, como proclaman sus gobernantes, y es ampliamente repetido por las grandes agencias de desinformación masiva con no siempre velada aprobación, las acciones del ejército israelí contra una población civil indefensa solo pueden ser catalogadas como Crímenes de Guerra, flagrantes violaciones de las convenciones recogidas en el Derecho Internacional Humanitario.
El Estado de Israel es signatario de los Convenios de Ginebra desde 1951, y ratificó en el año 2007 el Tercer Protocolo de dicho tratado. No es firmante de los Protocolos I y II.
El Protocolo I es una enmienda del año 1977 de los Convenios de Ginebra relativos a la protección de las víctimas de los conflictos internacionales armados. El mismo reafirma las leyes internacionales de los originales Convenios de Ginebra de 1949, adicionando aclaraciones y nuevas disposiciones para dar cabida a la evolución de los armamentos que han tenido lugar desde la Segunda Guerra Mundial.
Hasta el 11 de mayo de 2011, el mismo había sido ratificado por 170 países, con las excepciones de Estados Unidos, Israel, Irán, Pakistán y Turquía. No obstante, de acuerdo con un llamamiento del Comité Internacional de la Cruz Roja en 1997, una serie de artículos contenidos en ambos protocolos se reconocen como normas del derecho internacional consuetudinario válidas para todos los Estados, lo hayan o no ratificado. O sea, que aun en el caso de que un gobierno no haya firmado o ratificado tal protocolo, no está exonerado de responsabilidad penal por violar sus estipulaciones, en particular, cuando tales transgresiones tienen un carácter tan criminal como los bombardeos a Gaza.
El Protocolo I adicional a los Convenios de Ginebra de 1949 relativo a la protección de las víctimas de los conflictos armados internacionales, 1977 , establece con claridad una amplia serie de postulados para evitar que la población civil sea víctima de acciones militares.
En este se señala nítidamente que la población civil no podrá ser objeto de acciones por parte de las fuerzas militares, y que se deberán tomar todas las medidas necesarias para evitar que personas inocentes, en especial niños, mujeres y ancianos, sean víctimas de los bombardeos u otras acciones militares.
El argumento del señor Netanyahu de que las acciones de sus fuerzas armadas son en respuesta a los ataques con mísiles por parte del Movimiento Hamas, viola el punto 6 del Artículo 51 de dicha convención, que establece que: Se prohíben los ataques dirigidos como represalias contra la población civil o las personas civiles. Los ataques no son contra las fuerzas de Hamas, son contra todos los pobladores de Gaza.
Estos ataques, que se ejecutan contra edificios de viviendas, escuelas, mezquitas, (incluyendo instalaciones bajo bandera de la ONU), aun cuando sean anunciados tales ataques por sus perpetradores (generalmente con plazos tan exiguos que no permiten a los moradores abandonarlos oportunamente) son tan masivos, que se pueden catalogar de Indiscriminados, otra figura u acción que es prohibida también por los convenios de 1977 que hemos estado citando.
En particular, el acápite 5 del artículo 51 del Protocolo Adicional de 1977 a los Tratados de Ginebra, se explica que se consideran indiscriminados los siguientes tipos de ataque: a) Los ataques por bombardeo, cualesquiera que sean los métodos o medios utilizados, que traten como objetivo militar único varios objetivos militares precisos y claramente separados situados en una ciudad, un pueblo, una aldea u otra zona en que halla una concentración análoga de personas civiles o bienes de carácter civil.
O sea, que incluso si los objetivos que sean atacados tengan carácter militar (faltaría saber si el gobierno de Israel le confiere beligerancia al Movimiento Hamas), no deben ser atacados cuando pongan en peligro la seguridad de personas civiles.
La acusación del gobierno israelí de que es el Movimiento Hamas el que utiliza a la población civil de Gaza como escudo, no lo exonera de la responsabilidad criminal por las víctimas civiles que han acaecido producto de sus bombardeos, ya que el punto 8 del ya citado artículo 51 dice claramente: Ninguna violación de estas prohibiciones dispensará a las Partes en conflicto de sus obligaciones jurídicas con respecto a la población civil y las personas civiles, incluida la obligación de adoptar las medidas de precaución previstas en el artículo 57.
O sea, que aun en el caso de que fuera cierto que Hamas utiliza instalaciones civiles para proteger a sus efectivos o para realizar ataques desde ellos, el gobierno israelí está obligado (y por consiguiente sus aliados norteamericanos y europeos, que sostienen y arman a los sionistas, debieran exigírselo de forma categórica) a tomar todas las medidas pertinentes para evitar las muertes de niños, mujeres, ancianos y personas no combatientes, cosa que evidentemente no está haciendo con la precisión necesaria.
De igual forma, el Artículo 53 del Protocolo de 1977 establece con claridad que se `prohíben las acciones contra: monumentos históricos, obras de arte o lugares de culto que constituyen el patrimonio cultural o espiritual de los pueblos. Por tanto, atacar y destruir las mezquitas es también un acto punible de acuerdo a las normas internacionales.
Los pueblos del mundo, incluido el pueblo israelí, deberán unirse para que los criminales de guerra israelíes, encabezados por Mr. Netanyahu, sean condenados y paguen por sus crímenes contra la Humanidad, al igual que pagaron los criminales nazis por el Holocausto judío cuando la Segunda Guerra Mundial. ¡Un Mundo Mejor es Posible!