El recientemente electo presidente de Israel Reuven Rivlin llamó personalmente por teléfono a la presidenta de Brasil Dilma Rousseff para disculparse por las recientes declaraciones de un portavoz del Ministerio de Exteriores israelí, que llamó "enano diplomático" al país sudamericano.
El Palacio de Planalto emitió un comunicado explicando la llamada personal de Rivlin en la que "pidió disculpas" y "esclareció que las expresiones usadas por ese funcionario no corresponden a los sentimientos de la población del país en relación a Brasil".
El conflicto comenzó cuando, el 17 del pasado mes de julio, Dilma Rousseff calificó de "desproporcionado" el uso de la fuerza israelí en la Franja de Gaza.
El portavoz del Ministerio de Exteriores Yigal Palmor respondió asegurando que "un resultado de| 7-1 es desproporcionado", en alusión a la goleada encajada ante Alemania por Brasil en las semifinales del pasado Mundial.
Según Palmor aseguró al diario 'The Jerusalem Post', la decisión del gobierno de Dilma de retirar al embajador brasileño en Tel Aviv para consultas fue "una demostración lamentable de cómo Brasil, un gigante económico y cultural, continua siendo un enano diplomático".
En la conversación telefónica, Rousseff insistió en que continuará condenando el "uso desproporcionado de la fuerza en Gaza que llevó a la muerte de centenares de civiles, especialmente mujeres y niños", del mismo modo que lo hace y hará con "los ataques a Israel", según el comunicado oficial de presidencia, que deseaba la continuidad del alto al fuego y enfatizaba que "la crisis actual no podrá servir de pretexto para ninguna manifestación de carácter racista, ya sea en relación a los israelíes o a los palestinos".
Desde el inicio de su mandato, la presidenta brasileña se ha posicionado de manera clara respecto al conflicto en Oriente Medio. En 2011, en su discurso ante las Naciones Unidas, pidió al organismo internacional que reconociera como miembro al Estado palestino.
(Con información de agencias)