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Michel Enríquez, uno de los grandes

Michel Enrique

Relajado y sin estar en su acostumbrada tercera base, Michel Enríquez accedió a conversar en su querida Isla de la Juventud con un grupo de periodistas, armados de preguntas difíciles. No dudó, aunque al final pareció estar nuevamente en la esquina caliente, pues fildeó y respondió todo, sin errores, sin pausas.

Pocos conocían que había sido futbolista de niño y que estuvo a punto de comenzar su carrera con el equipo Industriales. Sin embargo, el pinero contó más, del pasado y el presente, de sus vivencias y su forma de ser, como si se tratara de un juego de los que hacen vibrar de orgullo a sus admiradores en el país.

Strike por el medio: “Las inserciones en ligas profesionales van a poner la tapa al pomo, como dice el refrán, a la calidad del béisbol cubano. Vemos otro nivel, otra calidad y disciplina deportiva, cosas que nos han faltado un poco. Hablo de la disciplina a la hora de decidir encuentros o resolver oportunamente situaciones difíciles. Ese intercambio es muy positivo en la formación de peloteros”.

Bola alta y pegada: “El tema de las indisciplinas y discusiones ha crecido en los últimos años en las Series Nacionales (SN), pero estas vienen desde pequeño. Aquí en la Isla se han dado varios incidentes en categorías infantiles, cuando los padres llegan al punto de pelearse y los entrenadores gritan o discuten sin sentido. Y eso se arrastra luego cuando crecen. Además, no hemos interiorizado que en el deporte se gana y se pierde. Hay que acabar de raíz con eso, siempre se va con dos jabas.

“Por ejemplo, en los Juegos Olímpicos de Beijing 2008 perdimos el oro con Sudcorea y por qué nos demoramos tanto en saludarlos si cuando nosotros ganamos la gente viene corriendo a hacerlo. Otro detalle, ustedes, los periodistas, comentan que el pelotero cubano espera mucho el primer strike, pero eso se lo inculcamos al niño desde la base. Debemos seguir trabajando con los pequeños”.

Hit por el center field: “Hombre a hombre no hay grandes diferencias entre el béisbol profesional y el nuestro. Sí las hay en cuanto a la forma de pensar y en los métodos de dirección. Nadie discute un lanzamiento, un strike. En mi experiencia con los Piratas de Campeche me costó trabajo interiorizar que no podía salir del cajón de bateo cuando pedía tiempo, ni hablar con el pítcher como lo hago aquí porque aquello implicaba una multa.

“Estaba prácticamente solo, porque en esas ligas aunque esté otro cubano, él está en un hotel y tú en otro. Te obliga a madurar como ser humano y tienes que adaptarte porque no son las facilidades de la SN. Las ventajas económicas llegan a suplantar cosas. Tú vas en taxi a los estadios, escoges cómo alimentarte, cuándo entrenar, etcétera”.

Robo de segunda base: “Lo que sucedió con Despaigne en Campeche no debió pasar nunca. Yo jugué con pasaporte cubano y me dieron el permiso de trabajo a los 15 días. Puede ser que las Grandes Ligas estén torpedeando ahora porque estamos buscando vías para que crezca el nivel de nuestro béisbol y mejore el nivel de vida de los jugadores. Pero fíjate, si son atletas pasados de tiempo (entiéndase edad) ellos no se meten porque no les interesa, pero cuando son peloteros que les pueden representar mucho dinero sí van y meten sus manos”.

Strike a la esquina: “Cualquiera quisiera jugar en el mejor béisbol del mundo (se refiere a las Mayor League Basaball), pero si me va a buscar problemas, para qué voy a ir. Me pruebo mejor en otros lugares donde pueda regresar a mi casa, ver a mi familia, hacer lo que quiera y estar siempre al lado de mi gente. Si el mejor béisbol del mundo permitiera esas cosas quisiera jugar ahí”.

“Respeto, aunque no comparta su decisión, a quienes han pensado de otra forma. Y te digo más, cuando un jugador se va es porque alguien le cambió su forma de pensar. Nadie de la noche a la mañana decide borrar a su familia, al cariño del pueblo, todo lo que le ha dado la Revolución”.

Tubey largo: “Sé que es polémico, pero estoy en desacuerdo que para el Clásico del 2017 se llamen a peloteros cubanos que juegan en ligas profesionales si abandonaron el país o alguna delegación, porque entonces ¿haber sido fieles y estar jugando en la SN es por gusto? ¿Acaso estoy queriéndole decir a la gente: váyanse?”.

Carrera anotada: “Me gusta la estructura de la SN y estoy de acuerdo con los refuerzos en la segunda etapa porque eso motiva y obliga a esforzarse. Sin embargo, debe ser cambiada la estructura para poder insertar peloteros en otras ligas y no entorpecer la SN”.

El antesalista por dentro

Solidaridad: “Empecé en fútbol en la Pre-EIDE de la Isla, pero un día el entrenador se enfermó y el de béisbol al verme jugando me dijo, tú no te vas y me quedé entonces en pelota. El terreno no tenia condiciones, era muy malo, prácticamente un potrero. Pasé mucho trabajo. Había calidad en los entrenadores, pero sin implementos. “Desde que llegué al equipo nacional y gracias a amigos puertorriqueños siempre estoy buscando cómo ayudar con guantes, bates, pelotas y otros implementos a los equipos infantil, 13-14, 15-16 y juvenil de la Isla”.

Omar Linares: “Es el pelotero más grande que ha pasado por la SN. Era insustituible. Agradeceré a las personas que confiaron en mí para cuando él sufrió una molestia en un evento internacional. Siempre he dicho que no quitaron o sentaron a Linares para que jugara Michel, sino que esperé el momento para poder jugar y demostrar. Hice lo mejor posible para no quedar mal a los técnicos ni al pueblo de Cuba”.

Yulieski Gourriel: “Los periodistas soltaron esa rivalidad, esa polémica entre Yulieski y Michel, y considero que en ese momento le hacía falta a la pelota, porque vivíamos un momento de inercia. Eso solo provocó que la gente sintiera más por uno o por el otro, pero no hubo enemistades entre nosotros. Fue bueno. Y tenemos que adaptarnos a ese tipo de periodismo sin meternos a dar opiniones, porque al final los dos compartimos los mismos intereses y el equipo Cuba”.

Prensa deportiva: “Aunque a veces se parcializan hacia un equipo u otro, me gusta cómo están enfocando ciertas cosas y están trabajando bien. Hay que entender que no todo puede ser bueno. Una vez le dije a una periodista que iba a estudiar esa carrera para hacerle las preguntas difíciles o duras que hacen”.

Víctor Mesa: “Le saca el máximo a sus jugadores y eso es lo más importante de un director. Todos los equipos bajo su mando han llegado a discutir el título, aunque no lo haya conquistado. Lo respeto por esas cualidades”.

Torneo más grande: “Haber ganado los Juegos Olímpicos en Atenas 2004, aunque el Clásico Mundial es el de más nivel”.

Otras facetas: “En los ratos libres me gusta jugar dominó, estar con amigos y la familia. También escuchar música e ir a la playa con mi pareja cuando terminan los juegos porque es de liberar estrés”.

Isla de la Juventud: “Estuve a punto de comenzar la SN con Industriales porque estudié el preuniversitario en La Habana y cuando terminé mi papá habló con Medina para jugar allí. Le dijo que si buscaba donde quedarme entraba al equipo, pero no encontré. Isla de la Juventud no la cambio por nada. Aquí lo tengo todo. Me han brindado un cariño inmenso y si jugara con otro equipo sería con Isla de la Juventud (risas)”.

Ciclón y Kcho: “Estaba aquí cuando pasó ese ciclón. Luego llegó la brigada Marta Machado. Vi las cosas que estaban haciendo con amor y humanismo. Le pedí a Kcho sumarme y dar mi modesto aporte. Recorrí con ellos Camagüey y Holguín. La gente criticó porque decían que debía estar entrenando para la SN. Pero lo que no sabían es que yo andaba con una malla, pelotas y un bate y entrenaba en mi tiempo libre, después del trabajo. Ese año quedé líder de los bateadores en la SN. En todo lo que tenga que ver con ayudar a las personas ahí estará Michel Enríquez”.

Una espina: “Después de haber sido líder de bateo varias veces y campeón olímpico y mundial, una de las cosas que me motiva a seguir en la SN es que me faltan 18 dobles para ser el primero histórico. No estaré jugando nunca por intereses económicos sino hasta que la salud me lo permita, hasta que realmente pueda aportar y ayudar con mis conocimientos y mi juego a la Isla de la Juventud. No quisiera terminar con la imagen de un Michel acabado, que no puede correr, ni bateando por debajo de 250”.

Momento difícil: “Cuando me sancionaron en el 2007. Fue una inmadurez y aprendí que en la vida todo no es el impulso y uno debe medirse y reflexionar a la hora de actuar, de dar un paso. No sabía cómo salir de la casa por la pena que tenía con el pueblo. Pero tuve un respaldo muy grande de la afición, del periodismo deportivo y de muchas personas. Nunca apoyaron lo que hice, sino al Michel humano y me dieron fuerzas para seguir adelante en el béisbol porque por un instante pensé no jugar más pelota”.

La fama: “Eso va con la educación y la formación que me dieron mis padres. Y también por el lugar donde vivo. Isla de la Juventud es una ciudad humilde, sin arrogancias. Quizás algún día pueda vivir en La Habana, pero jugar por los pineros. Le doy gracias a mis padres por el ambiente en que me criaron, porque nunca he tenido esa mentalidad de superioridad. Michel es un atleta de esta Revolución”.

(Tomado de Trabajadores)