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Crónicas del Tiempo: ¿Ocurrirá El Niño este año?

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En la Crónica del Tiempo de hoy quiero actualizar la información sobre el esperado evento El Niño. Quisiera recordar que comúnmente se llama El Niño al sobrecalentamiento, por encima de los promedios históricos, de las aguas superficiales en el Océano Pacífico ecuatorial, mientras que se denomina La Niña al caso contrario, es decir, a un enfriamiento de esas aguas por debajo de los valores históricos.

Pero hay algunas otras condiciones para que el evento pueda calificarse como El Niño o La Niña. Para ello se parte de la definición de Índice de El Niño en el Océano (ONI: Oceanic El Niño Index, en inglés). Para ello, el Pacífico Ecuatorial Oriental se divide en varias regiones, como aparece en la figura 1: El Niño 1+ 2; 3; 3.4 y 4 (Ver figura 1).

Figura 1, Regiones en que se divide el océano Pacífico Ecuatorial Oriental para el estudio de El Niño. La Niña o la fase Neutra. En la zona Niño 1+2 la anomalía en junio ha sido de 1.6 ºC, pero en las demás zonas ha sido inferior a 1 ºC, lo que no satisface la condición de El Niño y además ha ocurrido en un solo mes.

Figura 1, Regiones en que se divide el océano Pacífico Ecuatorial Oriental para el estudio de El Niño. La Niña o la fase Neutra. En la zona Niño 1+2 la anomalía en junio ha sido de 1.6 ºC, pero en las demás zonas ha sido inferior a 1 ºC, lo que no satisface la condición de El Niño y además ha ocurrido en un solo mes.

Sin complicar mucho la explicación, les diré que se puede considerar que existe El Niño cuando la anomalía de la temperatura superficial oceánica en la región Niño 3.4 sobrepasa +0.5 ºC durante tres meses consecutivos (y operacionalmente, que no sólo tenga este valor, sino que esté claro que va a continuar así en los próximos tres meses), mientras que La Niña sería lo mismo para un valor de –0.5 ºC de anomalía. Y para hablar con todo el rigor científico, para declarar con toda fuerza en los estudios, de que ha habido un episodio de El Niño o la Niña, ello debe estar ocurriendo en períodos solapados de tres meses durante un período de 5 meses. En fin, que es algo un poco complicado, pero que no obstante tiene todo el rigor que es necesario para los estudios climáticos.

¿Cuál es la situación actual ahora en junio de 2014? Todavía existen condiciones neutras, es decir no hay actualmente ni El Niño ni La Niña. Sin embargo, las últimas observaciones de la temperatura de la superficie del mar indican que las temperaturas, que están por encima del promedio histórico, ya se han expandido sobre la zona ecuatorial del Pacífico, hacia el este, y que está ocurriendo así desde el pasado mes de mayo.

Los últimos registros indican valores entre 0.6 ºC y 1.6 ºC , pero esto no satisface enteramente a la definición de El Niño expresada en el párrafo anterior, y por tanto estos registros, junto a otros elementos, indican que continúan las condiciones neutrales. Esto quiere decir que aún la atmosfera no refleja una respuesta contundente asociada a los cambios positivos en la Temperatura Superficial del Mar en esa zona, aunque puede decirse, en general, que el Pacífico tropical continúa evolucionando hacia un evento El Niño.

Incluso, hay que decir que durante el mes transcurrido, de mayo a junio, en realidad ha disminuido algo la posibilidad de que pueda ocurrir El Niño este año, porque se nota un cierto retroceso en las condiciones que propician tal evento. Sin embargo, los modelos dinámicos y estadísticos continúan insistiendo en que es probable que tengamos El Niño este año.

En efecto, estos modelos favorecen un evento de intensidad moderada durante el otoño o el invierno del Hemisferio Norte, lo que quiere decir valores de anomalías para un lapso de tres meses alcanzarían entre 1.0°C y 1.4°C (Ver Figura 2).

Figura 2. Dispersión de los diferentes modelos de pronósticos de las anomalías de la temperatura de la superficie del océano (SST) para la región de El Niño 3.4 (5°N-5°S, 120°W-170°W). Se observa que la mayor parte de los modelos numéricos indican un evento El Niño en los meses de verano y otoño del Hemisferio Norte.

Figura 2. Dispersión de los diferentes modelos de pronósticos de las anomalías de la temperatura de la superficie del océano (SST) para la región de El Niño 3.4 (5°N-5°S, 120°W-170°W). Se observa que la mayor parte de los modelos numéricos indican un evento El Niño en los meses de verano y otoño del Hemisferio Norte.

Pero este pronóstico viene también acompañado de incertidumbres significativas, ya que algunos modelos siguen presentando un evento débil y otros más fuertes, debido al abanico de soluciones que presentan los diferentes modelos de pronóstico y también de la habilidad que éstos tienen para hacer este pronóstico con tanta antelación de varios meses, que no tienen una gran efectividad.

Dicho todo esto con palabras que invitan a tener cautela y precaución, el pronóstico de consenso emitido por el Centro de Predicciones del Climáticas/NCEP/NWS y el Instituto Internacional de Investigación para el Clima y la Sociedad, de los EE.UU., señala que la probabilidad de que se desarrolle El Niño este año es de 70% durante el verano del Hemisferio Norte y que se alcance una probabilidad de 80% para el otoño o la próxima temporada invernal.

Hay un elemento que coincide con la elevación de la temperatura en el océano Pacífico ecuatorial oriental, que aunque se ha producido, repito, no es aún suficiente para que pueda hablarse de que El Niño está presente. Ese elemento son los dos ciclones tropicales con categoría de huracán de gran intensidad que han ocurrido en fecha más temprana a la habitual en esa cuenca oceánica, como se expresó en una Crónica publicada con anterioridad en este mes de junio..

Recordemos que en los años de El Niño, y por tanto con la elevación de la temperatura superficial oceánica en el Pacífico oriental, se generan en esa cuenca más ciclones tropicales, entre ellos varios huracanes de gran intensidad. Por otra parte, en la cuenca del océano Atlántico, ocurre todo lo contrario, pues al originarse fuertes vientos del oeste a alturas de 10 a 12 kilómetros como consecuencia de El Niño, se inhibe en el Atlántico la actividad ciclónica, a pesar de las altas temperaturas presentes en la superficie del mar, y por ende se producen menos tormentas tropicales y huracanes que el promedio de muchos años, lo que llamamos una temporada poco activa.

Así que lo que pasará en el Atlántico en esta temporada ciclónica tiene aún el sello de la incertidumbre de que si se forma o no El Niño en el Pacífico en los próximos tres a cinco meses…. Y hasta el momento, toda la cuenca del Atlántico, desde África al Mar Caribe y el golfo de México, está muy, pero muy tranquila…

Se han publicado 9 comentarios



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  • edeley gonzalez dijo:

    Mi querido.jose rubiera :le digo así porque realmente lo aprecio..quisiera saber si este año o el otro q viene siendo 2015 si mi cuba esta en peligro de q pasen algunos ciclones .mis saludos...

    • Roberto dijo:

      Hola Edeley, el compañero José Rubiera es Doctor en Ciencias Meteorológicas no adivino.
      Saludos

  • Henry dijo:

    Saludos Doctor.
    A partir de qué año la comunidad meteorologica comenzó a denominar así a este evento? Y quien lo denomino de esa manera: “niño-niña”

    Un abrazo desde la Estación Meteorológica de Varadero
    Henry

    • José Rubiera dijo:

      Gracisa Henry y a los demás Foristas,

      Y esta es una pregunta interesante y la respondo sin hacerlo muy largo.

      El fenómeno natural que conocemos como El Niño era conocido desde épocas muy remotas por los habitantes autóctonos de las costas sudamericanas, principalmente en la zona costera de Perú, por la experiencia de lo que provocaba,. Hay crónicas ya desde el año 1600 que lo mencionan.

      La Ciencia comenzó a ocuparse de este fenómeno, con las primeras referencias, a principios del siglo XX. Cuando yo comencé a estudiar meteorología en los años 70 había sólo unos pocos artículos en que se mencionaba El Niño y era algo un poco misterioso. No fue hasta los años 80, que debido al intenso evento de 1982-83 que tom´ó aúge su estudio, a partir de la alteración que ese evento había provocado en el estado del tiempo alrededor del Planeta. El primer artículo sobre ello lo publicamos en Cuba en el marco del I Congreso Internacional de Desastres en 1984. En estos días se celebró el IX, y me acordaba de ese hecho.

      Bueno, para concluir, el nombre El Niño, así en castellano, procede de la denominación que utilizaban los habitantes de esta región sudamericana para nombrar este fenómeno, que les provocaba fuertes lluvias y trastornos en la pesca, pues la corriente más cálida propveniente del Pacífico oriental sepultaba a la corriente fría de Huimbold, donde habita la Anchoveta, la que entonces desaparecía. Este es el pez que usualmente capturar esos pescadores.
      ¿Por qué EL NIÑO? Porque usualmente el evento se producía a finales de diciembre, en el período de la Navidad, por asociación con la venida de El Niño Jesús. Cuando la Ciencia comenzó a investigar más profundamente el fenómeno y sus asociaciones, se descubrió que el fenómeno de El Niño trae asociado otro fenómeno inverso, caracterizado por un enfriamiento de las aguas superficiales del océano Pacífico oriental. Para llamarle al mismo, de forma contraria, empezaron a llamarlo primero El Viejoi, pero finalmente predominó, y gracias en buena medida a los periodistas de los Medios, en llamarlo LA NIÑA... y así se quedó.

      Saludos,

      Rubiera.

      • Henry dijo:

        Gracias Dr.
        Desde que comenzó mi afición y estudio por las ciencias meteorológicas me llamo la atención ese fenómeno y me preguntaba a partir de cuando la comunidad meteorológica empezó a tomarlo en cuenta. Hoy gracias a usted se me aclararon estas dudas.

        Me gustaría que hiciera algún artículo relacionado con las Tormentas Locales Severas (TLS),seria de mucho interés para los foristas. Por cierto una duda que tengo y que la he tomado a partir de mi experiencia como observador : en los últimos años ha habido algún incremento de las TLS en Cuba o de su intensidad?
        Saludos
        Henry

  • LOL dijo:

    Chico y Claro??

  • Amalia dijo:

    Gracias, Dr. Rubiera. Como siempre, un privilegio contar con sus amenas e instructivas crónicas. Cuando aparece en televisión para ofrecer el pronóstico del tiempo, en casa le recibimos como a un miembro más de la familia, yo la que más. Es que el conocimiento trasmite tranquilidad, por eso es bueno tenerlo cerca.
    Muy simpático el comentario de Roberto a Edeley. Seguro que a este último le sucede como a mí que sigo las trayectorias que indica Rubiera como si llevara al ciclón de la mano, jaja.

  • jose antonio legrá lobaina dijo:

    Muy acertado el coemntario de josé Rubiera sobre el fenómeno del niño, lo que quiere decir que con el niño o sin el niño debemos estar muy alerta relacionado al tema peligorso de los huracanes. MsC. José Antonio Legrá Lobaina. Director ONEI. Frank País. Holguín

  • Rita Maria dijo:

    Gracias Dr Rubiera y lamento por los paises del Pacifico si aparece el Nino para ellos pero si ello eleja los ciclones de Cuba entonces Bienvenido el Nino , que egoista ehhhh

Se han publicado 9 comentarios



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Dr. José Rubiera

Dr. José Rubiera

Doctor en Ciencias. Vice-Presidente del Comité de Huracanes de la Asociación Regional IV América del Norte, América Central y el Caribe) de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) y representa a Cuba ante este Comité desde 1989. Miembro del Equipo de ejecución y coordinación de los servicios meteorológicos para el público de la Comisión de sistemas básicos de la OMM y miembro del Equipo de Expertos de la OMM sobre medios de difusión.

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