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Brasil 2014: La previa del Grupo G (+ Fotos)

Será esta una de las llaves más complicadas del Mundial, con cuatro equipos aptos para contender contra cualquiera. Tanto es así que, excepción hecha de Portugal, los demás lideraron sus respectivas confederaciones en la etapa clasificatoria.

ALEMANIA

Özil será vital para Alemania.

Özil será vital para Alemania.

Como ocurre con la Seleçao, la Mannschaft parte de favorita en todos los Mundiales. Unos la adoran, otros la detestan, pero nadie la irrespeta o menosprecia. Y ante la aparición de algún desmemoriado o ignorante, basta con remitirlo a aquella deliciosa frase de Lineker: “El fútbol –dijo el gran inglés- lo juegan 11 contra 11 y siempre ganan los alemanes”.

Sin embargo, hay que empezar por admitir que los Panzers no alzan el trofeo universal hace 24 años, cuando Lothar Matthäus –Edgardo Codesal mediante- fue mejor que Diego Armando Maradona. Y que desde 1996 sus vitrinas apenas han ingresado un premio significativo, la Eurocopa dirimida en Inglaterra.

Pero todo sea dicho, no ha habido escuadra más estable en el período, que ha sido testigo de sus subcampeonatos mundial (2002) y del Viejo Continente (2008), los terceros puestos en las citas orbitales de 2006 y 2010, y el bronce alcanzado en el campeonato europeo de 2012. Ni siquiera la prodigiosa España que empezó con Don Luis Aragonés y ahora sigue arrollando bajo el mando de Vicente del Bosque.

De la mano de Joachim Löw, Alemania ha transitado hacia un fútbol mucho más estético, que se solaza en el toque y las combinaciones largas, mas conserva su vieja obsesión por la búsqueda del gol. Admirador confeso del juego de La Roja, el pelinegro técnico teutón ha sembrado el buen gusto en una tropa capaz de conjugar oficio y juventud, arte y fortaleza.

Una de las virtudes principales del once alemán es que la mayoría de sus hombres provienen de solo dos equipos, Bayern Munich y Borussia Dortmund, lo cual facilita dos elementos clave como la compenetración táctica y el ambiente solidario. Así, no habrá mucho embarazo para engranar un mecanismo que comprende piezas como Manuel Neuer, Philipp Lahm, Mats Hummels, Toni Kroos, Bastian Schweinsteiger, Thomas Muller, Mario Goetze y Marco Reus.

Uno escribe los nombres y siente que retumban. Tanto talento hay en las filas germanas, que la ausencia de Ilkay Gündogan –aunque sea inevitablemente llamativa- no es motivo para la desazón. La banda suena como una sinfónica, se gusta a sí misma y encima tiene a Mesut Özil, alma y cerebro, piedra filosofal, columna del 4-2-3-1 que devastó adversarios en las eliminatorias.

En esa instancia, el cuadro de Löw arrasó en el grupo C con nueve victorias y un empate en 10 partidos, sumando 36 goles a favor y 10 en contra. Únicamente Suecia le escamoteó dos puntos, en un duelo trepidante que concluyó empatado a cuatro gracias a la espeluznante remontada de los nórdicos.

Un detalle insoslayable: el cabeceador de oro, Miroslav Klose, asistirá a su cuarta Copa en busca de la vanguardia histórica de goles (suma 14 y está a uno del legítimo Ronaldo). Y otro dato a no olvidar: el tipo de clima que arrostrará este grupo en Salvador, Fortaleza y Recife –con altas temperaturas y humedad excesiva- es acaso el principal enemigo que encontrará Alemania en la fase de grupos. Tenga esto muy presente.

PORTUGAL

Portugal es Cristiano Ronaldo.

Portugal es Cristiano Ronaldo.

El hecho de que cite en segundo lugar a los Tugas, no significa que los vea seguros con el boleto a octavos de final. Pero ocurre que ellos disponen de una de las dos armas de exterminio masivo del fútbol actual, y eso pesa bastante en las quinielas.

El alfa y omega de su juego es Cristiano Ronaldo, un superdotado que solamente cede en calidad ante la mejor versión (no la presente) de Lio Messi. CR7 llevó a los portugueses hasta el pasaporte con una majestuosa exhibición traducida en hat trick a costa de la Suecia de Zlatan Ibrahimovic -algo que ejerció un peso decisivo en su elección como Balón de Oro 2013-, y ahora carga con la dura misión de volver a vestirse de héroe nacional.

El de Funchal ha disparado recientes alarmas sobre su estado de salud, aunque el último parte médico da cuenta de que evoluciona sin problemas. El filón noticioso ha sido explotado a plenitud, pero más preocupantes que todas las molestias del crack en el muslo, creo yo, son las tradicionales irregularidades de la escuadra lusitana.

Portugal se ha acostumbrado a clasificarse siempre en la repesca, y a perder en los compromisos importantes. Antes ya naufragó sin éxito la generación de Luis Figo, Deco y Pauleta, ahogada en la orilla ante una Grecia primitiva durante la Eurocopa 2004, y ahora el país espera porque la presente rememore las glorias vividas en el Mundial’66, con el fallecido Eusebio en plan de estrella.

¿De qué dispone el DT Paulo Bento? Su sistema 4-3-3 se sustenta detrás en el muro formado por Pepe y Bruno Alves, a quienes apoyan Joao Pereira y Fabio Coentrao desde los laterales. En el centro del campo, el tridente de Raúl Meireles, Miguel Veloso y Joao Moutinho junta músculo y orden, Nani rotura el césped por la banda, y ante la portería está Cristiano acompañado por algún otro delantero.

¿Hasta dónde podrá llegar este año la Verde-Vermelha? Hasta donde la arrastre el carro de su líder. Ni un metro más, ni menos.

GHANA

Kevin-Prince ha regresado a la selección ghanesa.

Kevin-Prince ha regresado a la selección ghanesa.

Hace cuatro años, en Sudáfrica, Ghana fue el Camerún del Mondiale’90 y el Senegal de 2002. Era su segundo torneo consecutivo a ese nivel, y el equipo alcanzó los cuartos de final a puro gen competitivo, hasta desbarrancarse ante Uruguay en una memorable tanda de penaltis que selló El Loco Abreu con un cobro “a lo Panenka”.

Las semifinales habían quedado cerca. Tanto, que los charrúas debieron depender de una mano intencional de Luis Suárez para evitar que el choque concluyera en el alargue. Asamoah Gyan erró entonces desde los 12 pasos, y la escena quedó lista para la felicidad de la celeste, superior en la lotería de los tiros de castigo.

Difícilmente puedan las Estrellas Negras reeditar esa actuación. La llave es complicada como un poema de Lezama, y para conseguir un ticket de supervivencia será indispensable que aventajen a la casi invulnerable Alemania –con la que cedieron por la mínima en el Mundial anterior- o reduzcan a la mínima expresión el despliegue atacante de Cristiano.

Pero hay armas en el arsenal de Kwasi Appiah, quien ha compuesto un grupo sólido en torno a los mediocentros Sulley Muntari, Michael Essien y Kwadwo Asamoah. Esos hombres, conjugados con Gyan y Kevin-Prince Boateng, se responsabilizarán con la esperanza de la más poderosa selección africana a día de hoy.

Ghana dominó con holgura su grupo de clasificación ante plantillas como Sudán y Zambia, y después silenció a Egipto con una humillante goleada (6-1) en la ida, que restó toda importancia al desafío de vuelta dirimido en El Cairo (2-1).

Su defensa es ciertamente inexperta, pero la autoridad que ejercen en zona de volantes puede acabar siendo altamente destructiva, sobre todo si Kevin-Prince vive fechas inspiradas. Nacido en Berlín, el fornido mediocampista que renunció a jugar en Die Mannschaft para hacerlo con la selección de origen de su padre, alardea de visión de juego e instinto goleador, y podría volver a lidiar en el campo con su hermano Jerome, un defensa central convocado nuevamente por Löw.

ESTADOS UNIDOS

Tim Howard sigue siendo el dueño de la cabaña norteamericana.

Tim Howard sigue siendo el dueño de la cabaña norteamericana.

Los norteamericanos le han cogido el gusto a los Mundiales, a tal punto que alguna vez pasaron cuatro décadas ausentes a la cita, y desde 1990 no se pierden una. No lo juegan con tanta eficiencia como el béisbol y el básquet, pero saben hacer fútbol. Eso está claro.

El conjunto que dirige el ex astro Jürgen Klinsmann paseó por el Hexagonal de CONCACAF, donde ganó siete de sus diez enfrentamientos, incluyendo un resultado de 2-0 sobre el rival eterno, México. Así pues, anda con la autoestima por las nubes, y ya el entrenador promete conducirlo hasta tierras desconocidas.

Delantero de alcurnia en sus años de esplendor, Klinsmann dormirá sobre un lecho de clavos en los pleitos contra Portugal, Ghana y Alemania, con cuyos colores se consagró campeón del mundo en 1990. No obstante, con todo y el ropaje de aparente cordero que lo viste, el equipo no merece –ni puede- ser mirado por encima del hombro.

Y es que los estadounidenses lucen bien en los Mundiales. Por ejemplo, en Corea/Japón acariciaron la semifinal, y en Sudáfrica fueron primeros de grupo por delante de Inglaterra. No les sobra talento, pero acoplan debidamente ganas, experiencia en ligas europeas y la imprescindible soberbia de los cuadros pequeños.

De modo inesperado, el técnico excluyó de la nómina al futbolista insignia del país, Landon Donovan, que iba camino de su cuarto campeonato universal. Con 32 abriles y lecciones aprendidas en el Bayer Leverkusen y el Bayern Munich, el cañonero nato de la tropa no estará en Brasil, y el vacío deberán rellenarlo Jozy Altidore o Clint Dempsey.

¿Será eso posible? ¿O el elenco tendrá que recostar el peso de sus sueños en el desenvolvimiento del romanista Michael Bradley en mitad de la cancha? ¿Estará en condiciones de dar una sorpresa de las que marcan pauta? ¿Se hundirá Estados Unidos junto a Klinsmann?

Tengamos paciencia, que pronto empezarán a contestarse estas (y todas las demás) preguntas.

LA FRASE FUTBOLERA DE HOY

Michel Platini, ex futbolista francés:

"Nadie duda que Zidane es un jugador tremendo, pero lo que Zidane hace con una pelota, Maradona lo hace con un naranja".