Juan Formell interviene en el Congreso de la UNEAC

La crítica en los medios de comunicación, la calidad de la programación radial, televisiva y cinematográfica, y la formación de valores centraron este viernes los debates de una de las comisiones del Congreso de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac), que reune a 320 creadores e intelectuales de todo el país.

Sobre la programación cinematográfica en la televisión, el crítico Luciano Castillo aseguró que se observa un recrudecimiento de la censura de ciertos títulos y temas.

Al respecto, el también comentarista Frank Padrón calificó de delito de lesa cultural impedir que obras de vanguardia no lleguen al espectador por el hecho de contener escenas de violencia y de drogas, pues sería darle la espalda a dos de los fenómenos contemporáneos que más impactan en la sociedad.

Toda televisión que se respete debe tener un nivel de censura, pero racional e inteligente, precisó

Al intervenir en la comisión de Cultura y Medios, el realizador Manuel Herrera alertó sobre la necesidad de velar y proteger el patrimonio cinematográfico del país, impulsar la aprobación de una Ley de Cine en el Parlamento cubano y estimular la creación de salas de pequeño formato con una variada oferta.

Debemos lograr un cine rentable por el camino de su esencia artística y colocar las películas cubanas en los festivales más importantes del mundo. El cine, agregó, es parte de la cultura nacional porque como expresara el director Julio García Espinosa, un país sin imagen no existe.

Otro de los temas que suscitó interés y reflexión fue el referido a la responsabilidad de los medios de comunicación en la educación formal del país y en la creación de una población más culta.

A veces me da la impresión que estamos mal educando a las personas porque salen programas musicales grabados donde los artistas y los instrumentos desafinan, sin contar la mala calidad de los guiones y de los textos de algunas canciones populares, que en ocasiones sobresalen por su banalidad y grosería, aseveró el reconocido músico Juan Formell.

Por su parte, el actor Patricio Wood se refirió a la crisis que en la actualidad experimenta la literatura dramática en los espacios televisivos, lo cual se debe en gran medida a que los buenos escritores no miran hacia la televisión.

No podemos dejar que la banalidad nos consuma y vuelva estúpidos a los espectadores porque el gusto también se alfabetiza, enfatizó el periodista Rolando Pérez Betancourt.

La Uneac, organización fundada en 1961 y con nueve mil miembros, celebra su VIII Congreso con la mira puesta en la salvaguarda del patrimonio cultural y la vida espiritual de la nación.

ABOGAN POR UNA LEY DE CINE

La necesidad de promulgar en Cuba una Ley de Cine fue reivindicada este viernes en el mayor congreso cultural del país, preocupado por el consumo de productos de dudoso buen gusto.

La realizadora Rebeca Chávez solicitó en el VIII Congreso de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac) la solidaridad de los creadores, porque considera que el cine es patrimonio de todos.

Dicha legislación garantizaría el derecho del público a un cine plural, que responda a las dinámicas de producción, comercialización y distribución que imponen las nuevas tecnologías, señaló.

“Las nuevas realidades y circunstancias hacen necesaria y urgente una ley de cine, integradora y con el Instituto Cubano de Artes e Industrias Cinematográficas (Icaic) como ente regulador”, precisó.

A propósito, evocó los objetivos fundacionales del Icaic, nacido en una coyuntura histórica diferente a la actual, que exige nuevas transformaciones para rescatar al espectador crítico y capaz.

“Ahora abundan en el cine cubano las productoras independientes responsable de muchas buenas películas, y esa realidad no se puede obviar, sino potenciar y regular”, agregó Chávez.

Por lo pronto, ya comenzaron las gestiones ante el Ministerio de Cultura y el Parlamento de Cuba para allanar el camino hacia una Ley de Cine, que también ampare los derechos de los realizadores.

NECESIDAD DE UN MERCADO DEL ARTE

Representantes de la vanguardia cultural reunidos en el VIII Congreso de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC) coincidieron en la necesidad de lo que llamaron el “mercado del arte”, a tono con los ajustes en la política económica y social del país.

Los debates tuvieron lugar dentro de la comisión que analizó el tema como parte de la primera jornada del cónclave, que sesionará hasta mañana en el Palacio de Convenciones de La Habana.

Entre las temáticas discutidas estuvo la pertinencia de llegar a un consenso entre las instituciones y los creadores con el objetivo de asumir posiciones urgentes de la comercialización, sin desconocer la política cultural de la Revolución.

Traído a consideración por Miguel Barnet, presidente de la Comisión Organizadora del Congreso durante la inauguración, este trabajo conjunto permitirá preservar esa visión de la cultura como bien social, uno de los logros más importantes del proceso revolucionario.

Arístides Hernández (Ares) artista y vicepresidente del Consejo de las Artes Plásticas de la UNEAC, apuntó que se necesita pensar en este mercado del arte, enfocado en la promoción de los mejores talentos, con las galerías como los mejores espacios para hacerlo.

Comentó que se logró el cambio del objeto social de la organización para lograr la comercialización dentro de las fronteras, lo que se materializó en Villa Manuela, la galería de la sede central de la institución.

Insistió en la urgencia de extender esta iniciativa a las demás manifestaciones, así como también lograr la inclusión de divisas para representar a los artistas cubanos fuera del territorio nacional.

Hasta mañana sesionará este VIII Congreso, que para su última jornada reservará el debate del informe de la Comisión Cultura, Educación y Sociedad y la presentación de la Presidencia Nacional electa para el nuevo período.

(Con información de la AIN y Prensa Latina)