Espectacular partido del Levante en el apartado defensivo.
- El equipo de Caparrós mostró su mejor cara y ofuscó por completo a un Barça que no encontró la manera de romper la disciplina zaga 'granota', en el partido de este domingo de la Liga Española.
- Los goles llegaron en la primera mitad en sendos saques de esquina rematados por Vyntra y Piqué y a partir de ahí el partido tuvo un guión invariable: ataques posicionales del Barça estrellándose contra la hiperpoblada zaga levantinista y ocasionales contragolpes de los locales que apenas inquietaron a Valdés.
- Este empate puede significar que el Barça pierda el liderato de primera si el Atlético gana al Sevilla, una posición de privilegio que los azulgrana han ocupado durante 58 jornadas consecutivas, desde que se pusieran líderes tras el primer partido de la temporada pasada.
En detalles
El conjunto azulgrana se vio desbordado y a duras penas pudo firmar las tablas gracias a un gol de Piqué, que igualó un tanto madrugador de Vyntra, apenas 24 después de que el Madrid se le acercara más que nunca. Los de Ancelotti están ahora sólo un punto por debajo, y el Atlético puede arrebatarle el liderato si gana al Sevilla.
El guión del partido fue radicalmente distinto al de la primera vuelta cuando, en la primera jornada de Liga, el Levante se llevó un carro de goles del Camp Nou (7-0). Todo lo contrario. Esta vez los de Joaquín Caparrós plantaron cara al líder y le trataron de tú a tú, mostrándose sólidos en defensa, valientes en la media -llegando a arrebatar incluso la posesión del balón a los de Martino en varias fases del duelo- y osados en ataque.
Si a estos ingredientes se añade la escasa intensidad del Barça en el tramo inicial, no es de extrañar que a los diez minutos los valencianos ya ganaran por 1-0. Vyntra, libre de marca, aprovechó un despiste de Busquets y Piqué para cacebear de forma impecable a la red un saque de esquina.
El Barça salió dormido, sin empuje ni iniciativa, y por algunos momentos se temió que se repitiera la historia de su último partido del 2013 cuando, en su visita liguera al Getafe, se vio obligado a remontar un 2-0 adverso (2-5). Paralelismos no faltaron pues, para más inri, el último gol en contra encajado por los azulgranas en el Coliseo Alfonso Pérez llegó de la misma forma que el primero de 2014 en el Ciutat de València: tras un saque de esquina. La falta de acierto en defender las acciones de estrategia y a balón parado sigue siendo el talón de Aquiles de los de Martino.
Por fortuna, el Barça reaccionó rápido al golpe inicial de Vyntra, y empató poco después de la misma forma: con un tanto de cabeza de Piqué tras un córner sacado por Xavi (1-1, 19').
Poco a poco los catalanes se fueron entonando, pero la pétrea defensa y la asfixiante presión local les complicaron mucho las cosas. El Barça se sintió incómodo sin espacios y así, hasta el descanso, sus únicas opciones de peligro llegaron en disparos lejanos: un chut de Xavi desde fuera del área (35') y un saque de falta de Messi (40').
El Barça echó de menos a Leo antes del descanso, pero en la reanudación el '10' salió a ráfagas su aparente letargo. Dos acciones suyan sirvieron para meter, esta vez sí, el miedo en el cuerpo al Levante. En la primera, una internada suya desembocó en una doble ocasión: el meta Keylor Navas desbarató su chut en el área y luego Juanfran sacó bajo palos el rechace que había aprovechado Cesc (59'). El defensa granota volvió a salvar a su equipo en el 62', desbaratando otro remate de Messi. No fue la noche del '10'.
El Levante nunca dio su brazo a torcer, y estuvo a punto de dar la sorpresa en sus peligrosos contragolpes. Pedro López, en el 67', e Ivanschitz, poniendo a prueba a Valdés en el 76', tuvieron el gol del triunfo muy cerca.
Tata Martino quemó sus naves dando entrada a Roberto por Cesc en el 72' -el de Arenys dejó el campo enfadado, dando un golpe a la marquesina del banquillo-, a Tello por Pedro (77') y al canterano Dongou por Xavi. Pero no dio resultado.
Al final, un Barça plano y muy gris se dejó dos puntos de oro justo en el momento en que más le acechan sus perseguidores: el Atlético y, ahora, también el Real Madrid. La Liga está que arde.
(Con información de Sport.es)