Cubadebate

Y me pregunto, a que se debe tantos derrumbes en la capital de todos los cubanos?

Santiago dice:

No queda más remedio que entrar con la manga al codo en esto de las construcciones,hay que hacer brigadas estatales con este fin, no somos Venezuela, pero tenemos que ponernos meta como ellos.

Aquí en La Habana hay lugares vacíos, terrenos, donde se puede construir edificios para resolver esto, no es fácil, pero no nos queda otro remedio, no podemos dejar que siga creciendo el problema.

Santiago

"las personas afectadas no podrán regresar a sus viviendas mientras no estén garantizadas en las mismas las condiciones totales de seguridad para ellas"

¿Van a repararles las casas a todos? ¿Van a darles casas nuevas? Pobrecitos, a los albergues que van.

Es verdaderamente lamentable este desastre de los derrumbes en La Habana, que no tiene otra causa que la falta de atención en el tiempo adecuado, y las previsibles reparaciones al fondo habitacional que no se ven, excepto cuando hay en juego algún interés para atraer turistas, como muchas antiguas edificaciones de La Habana Vieja, que lo veo bueno; pero también era necesario hacer esto, sin dejar de hacer lo otro. La estrategia de trabajo de los últimos 50 años por parte de instituciones del estado estuvo orientada a lo urgente que se consideraba en el momento, para resolver sólo los problemas presentados en el día a día. Combinado esto con una especie de política del mal gusto por lo estético. Ejemplo, los edificios del llamado modelo Girón, que son cajones cuadrados, incomodísimos y sin privacidad. Otros, con un pocos más de retoque estético, como la mayoría de los edificios de Alamar, pero no falta el sello de una terminación pésima, que a los pocos años las filtraciones en los techos son terribles azotes para sus moradores.
Yo tengo la oportunidad de recorrer gran parte del país frecuentemente por motivos de mi trabajo, y he podido ver que no todas las viviendas de las ciudades del interior del país están tan deterioradas como en La Habana. El gobierno de muchas de esas ciudades ha creado estrategias para dar mantenimiento y reparación a las fachadas de las viviendas de la parte céntrica de esas ciudades: repello y pintura con mano de obra incluida, y todo gratis para los moradores de las viviendas. La Habana no tiene ese privilegio, cosa de la que nadie me ha podido convencer, del por qué, siendo la capital, está tan abandonada. Las capitales de la mayoría de las naciones del mundo son las ciudades más bellas de cada país. Pero, La Habana no siempre fue así, miremos las fotos de La Habana de los años 20, y hasta de los años 60. Después de la década del 80, el tiempo que no perdona, comenzó el conteo regresivo de lo que otrora se llamó la capital de américa, para llegar a un casi irrecuperable deterioro, y no se ha hecho nada hasta el presente. Los presupuestos del país no están estancados, la cuestión es la prioridad, que en la década del 90 se destinó mucho del presupuesto estatal a actividades netamente políticas.
Seguiremos esperando, tal vez algún día le toque a alguno de esos viejos edificios llenos de historia, entrar en la remembranza de un antiguo personaje, que vivió en el mismo, o tal vez durmió una noche de farra en ese; entonces revive de las ruinas, y aparece el presupuesto, los materiales, y a los moradores se les dan algunas opciones para que se muden.
Lo que hay es que tomar conciencia de la urgencia de restaurar el patrimonio habitacional de la capital de todos los cubanos, antes de que lo perdamos. Y roguemos a Dios que nunca atraviese un huracán La Habana, porque solo recogeremos escombros y montones de cadáveres; luego con lamentarnos y hacer reconocimiento a quienes vivieron el altruismo de soportar las pésimas condiciones de vida, siendo trabajadores abnegados, pero que nunca pudieron reparar sus casas; con eso no damos honor a la vida, con eso solo damos deshonor a la humanidad.
De hecho, La Habana vista desde las lomas de Diez de Octubre, parecen los edificios montones de escombros con estructuras arquitectónicas.
Y por favor, que alguien le avise a los periodistas del noticiero de televisión, que parece que no se han enterado que en sus mismas narices ocurrió este desastre, porque no han dicho nada de lo ocurrido, solo que llovió mucho en La Habana.
Saludos, Cubanodeapie