La madre de un ciudadano cubano que fue acogido como “refugiado político” por el Gobierno español, llegó a la Península en febrero de este año, a través del reagrupamiento familiar y a pesar de residir de forma legal, le han negado el acceso a la sanidad pública, según informó hoy eldiario.es.
El padecer osteoporosis, diabetes e hipertensión, y no tener ingresos, parece no preocuparle a la Seguridad Social que le niega la tarjeta sanitaria. La razón no podría ser otra: con la política de recortes del Gobierno del Partido Popular, en los hospitales públicos españoles ya no se atiende ni a las personas inmigrantes en situación irregular, ni a aquellas que, aún legales, han obtenido un permiso de residencia no laboral después de abril de 2012.
El hijo de esta persona es –según el diario- un refugiado político –es decir, un oponente a la Revolución cubana- que, curiosamente, denuncia y se indigna por la falta de cobertura sanitaria de su madre en el Estado español. Incluso afirma que sus amigos, cuando viajan a Cuba, le traen medicinas, “porque allí son más baratas”.
En varias ocasiones la han remitido a clínicas privadas cuyo coste es de 65 euros por consulta, al que se suman otros 400 para su seguimiento, junto con el precio de los análisis y las pruebas... “El único dinero que entra en casa es el salario de mi hijo, que no llega a los 500 euros”, explicó la madre del refugiado cubano al eldiario.es . “¿Qué vamos a hacer entonces? ”, lamentó.
La ONG Médicos del Mundo y la plataforma “Yo Sí, Sanidad Universal” apoyan a esta mujer, que necesita a diario insulina, metformina y calmantes, por un valor de 100 euros al mes.
Es la cruda realidad del capitalismo e historias como estan llegan a cuentagotas a los medios de comunicación.
(Tomado de Cubainformación)