Vietnamitas que se graduaron en Cuba guardan hoy permanente gratitud por la capacitación recibida, según lo manifestaron durante la conmemoración de los 50 años del segundo grupo que venció la distancia entre el Sudeste Asiático y el Caribe.
De los 35 que realizaron tan largo viaje y regresaron formados, solo sobreviven 19, encanecidos ya pero con los recuerdos frescos de una estancia para ellos inolvidable que desgranaron en anécdotas.
Por esa época les llevó un mes en itinerario por trenes y aviones en ruta Beijing-Moscú hasta Praga, prácticamente la única ventana aérea de la bloqueada Cuba en los contados viejos Britannia disponibles.
La Unión de Organizaciones de Amistad de Vietnam acogió el encuentro, coordinado por el vicepresidente de la rama con Cuba, Nguyen Duy Cuong, el diligente José para los cubanos, uno de aquellos veteranos becarios.
El exdiplomático Nguyen Anh, quien fungió por entonces como jefe del grupo hizo un minucioso recuento de los cargos que ocuparon a su retorno a la patria y desde los cuales contribuyeron al desarrollo socioeconómico de Vietnam.
Los recién egresados fueron ubicados en relaciones exteriores, agricultura, industria azucarera y cultivo de caña, arquitectura y construcción, defensa y seguridad, prensa, enseñanza universitaria en literatura hispanoamericana e industria química.
Al momento de jubilarse, 17 de ellos se desempeñaron indistintamente como miembro del Comité Central del Partido, viceministro, diputado a la Asamblea Nacional, director de departamentos, presidente de un tribunal provincial y rector de una universidad.
Los hay que estuvieron al frente de la Agencia de Noticias VNA, en asociaciones de juristas y arquitectos, de la Corporación Azucarera y su Instituto de Investigación, de centros ganaderos y de servicios de construcción, y algunos condecorados por el Estado.
Más que a los conocimientos adquiridos, los que antecedieron a ese segundo grupo y otros de promociones posteriores que se sumaron al encuentro, prefirieron hablar de experiencias vitales como guardias milicianas en el malecón habanero y donaciones de sangre.
Siempre se escuchó la referencia de devoción al Comandante en Jefe Fidel Castro, la amorosa atención maternal que le prodigaron Melba Hernández desde el Comité de Solidaridad con Vietnam, y muchas madres cubanas y la dedicación de sus profesores.
Nguyen Dinh Binh, quien con el tiempo llegaría a miembro del Comité Central y viceministro del exterior, relató que de estudiante se convirtió en intérprete de su embajada en La Habana y en 1973 acompañó a Fidel durante su histórico viaje al sur de Vietnam.
En el acto encabezado por el presidente de la Organización de Amistad, Vu Xuan Hong, el consejo de la embajada de Cuba, Carlos Collazo destacó que la semilla sembrada hace 50 años fructificó en un mayor intercambio y la consolidación de las relaciones entre ambas pueblos.
(Con información de Prensa Latina)