El Vaticano exhortó hoy a "detenerse antes que sea demasiado tarde" en la crisis siria porque responder con violencia sería provocar una dramática espiral con "desarrollos irreparables".
Lo dijo el cardenal Leonardo Sandri, prefecto de la Congregación vaticana para las Iglesias Orientales, relanzando en el Osservatore Romano la exhortación a la paz del Papa.
"El afligido llamado del Santo Padre en el Angelus dominical pasado salió del corazón de un padre preocupado por la suerte de la entera humanidad", dijo Sandri.
En la renovación del llamado a la paz por la Santa Sede, el religioso agregó que de cara a la "carrera por las armas" y la "concreta posibilidad de una intervención" en territorio sirio, el papa Francisco "sintió toda la urgencia de pedir que se frene, antes de que sea tarde".
"Es previsible, de hecho, la desgraciada consecuencia de una participación de otros países en el conflicto, con irreparables desarrollos", agregó Sandri.
Por ello, afirmó, es que el Papa "se dirigió indistintamente a todos: a quien tiene las armas, comenzando por aquellas de destrucción masiva, y por quien las provee. A todos pidió que se detengan".
"A aquellos que pueden decidir la suerte de la humanidad pidió de proceder a través de la negociación y la diplomacia, no con las armas", explicó el prefecto vaticano.
Sandri sostuvo, por otra parte, que las "devastaciones" en Siria ocurren desde hace más de dos años, y "pareciera que no se quiere comprender lo que es dramáticamente evidente, y es que de ese paso solo se puede derivar en un abismo: también sobre esto llegará el juicio de Dios y de la historia".
Para el cardenal Sandri, además, "la lógica de la violencia y de las represalias jamás fue una vía para recorrer, porque lleva a una cadena de acusaciones y venganzas, que no tienen en cuenta la sangre derramada y aumenta el odio y el rencor, infringiendo a veces los mismos vínculos familiares y comunitarios".
El prefecto vaticano aventuró que con un conflicto armado, "Siria se transformará cada vez más en un infierno sobre la tierra".
"Allí donde se cometan crímenes, deben ser apoyadas las instituciones y los tribunales internacionales llamados a verificar y a juzgar de modo imparcial la violación de los derechos de la persona humana y de los crímenes contra la humanidad", concluyó Sandri.
(Tomado de ANSA)