La prensa británica comenta este viernes una humillante e histórica derrota del primer ministro conservador David Cameron en la Cámara de los Comunes, donde fue rechazada su propuesta para agredir a Siria bajo el pretexto de razones humanitarias.
Tras una votación con 285 diputados en contra y 272 a favor de la propuesta gubernamental de contingencia militar contra el estado levantino, el diario The Guardian editorializa que ello fue una combinación de varios factores.
Una presión de la opinión pública, con 70 por ciento de los británicos en contra de ir a una guerra contra Siria, una posición militar cautelosa y la rebelión e incertidumbre entre muchos diputados conservadores, enfriaron las ambiciones bélicas de Cameron.
Para el rotativo, que fue presionado por el Gobierno para destruir informaciones aportadas por el exanalista de la Agencia Nacional de Seguridad Edward Snowden sobre el espionaje global estadounidense, la derrota fue histórica y humillante.
La pérdida del control por el jefe de Gobierno de aspectos cruciales de la política exterior, como el uso de las fuerzas armadas, constituye un fiasco sin precedentes, considera la publicación.
Además, Cameron parece perder las riendas dentro de su propio partido tory, opina The Guardian.
Por el contrario, aunque el líder del opositor Partido Laborista, Edward Miliband, careció de un discurso tan vistoso como lo fue el del Primer Ministro en el legislativo, su bancada lo apoyó al pie de la letra en la votación, subraya el diario.
Miliband insistió durante el debate en la necesidad de respetar la ley internacional y en la experiencia negativa de hace una década, cuando los laboristas se unieron al entonces jefe de Gobierno Anthony Blair para apoyar la invasión contra Irak.
En aquella ocasión los parlamentarios respaldaron una decisión errónea, destaca el rotativo británico.
Londres se preparaba para unirse a Estados Unidos y Francia en una eventual acción bélica contra Siria, bajo el pretexto de castigar al gobierno de ese país por el uso de armas químicas el pasado día 21 en las afueras de Damasco, lo que no ha sido comprobado.
El ejecutivo británico llegó a declarar que el ataque podría lanzarse aún sin el consentimiento del Consejo de Seguridad de la ONU, en medio de denuncias del gobierno sirio sobre el empleo de las citadas armas por la oposición armada, financiada desde el exterior.
(Con información de Prensa Latina)