Iván Márquez, jefe de la delegación de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP) a los Diálogos de Paz de La Habana, propuso al gobierno de Juan Manuel Santos un cese al fuego bilateral durante las elecciones en ese país en el 2014.
Según el líder insurgente, la tregua protegería el proceso para los comicios presidenciales de las zozobras de la confrontación y de los intereses partidarios de quienes participan en la contienda.
Tal compromiso deberá ser supervisado por organismos internacionales latinoamericanos, afirmó al concluir otro ciclo de los Diálogos de Paz que sostiene esa guerrilla con el gobierno de su nación desde el 19 noviembre último en el Palacio de Convenciones de La Habana.
Al iniciar estos contactos, las FARC-EP suspendieron las acciones ofensivas por un período de dos meses como un gesto de buena voluntad y para crear un ambiente favorable al desarrollo de las pláticas, e instaron, sin éxito, al gobierno a secundar la iniciativa.
Ambas partes discuten una agenda de seis puntos centrales con el objetivo de buscar una salida política al conflicto social y armado que vive esa nación hace más de medio siglo.
Esas conversaciones experimentaron avances con el logro de acuerdos sobre el Desarrollo agrario integral, primer punto de la agenda discutido, y prevén consensos en los de participación política (en discusión).
Otros aspectos, como el problema del narcotráfico, el fin del conflicto armado y la atención a las víctimas, también forman parte del temario de las pláticas, las cuales tienen como garantes a Cuba y Noruega, y a Chile y Venezuela como acompañantes.
Estas conversaciones serán retomadas el próximo día nueve.
(Con información de la AIN)