Piden canonización de Oscar Arnulfo Romero
Oscar Arnulfo Romero.
El cardenal cubano y enviado del Papa Francisco, Jaime Ortega, pidió hoy en una eucaristía por el centenario de la arquidiócesis de San Salvador la canonización del asesinado arzobispo salvadoreño, Oscar Romero.
"Pedimos al Señor para él (Romero) el honor de los altares", manifestó el arzobispo de La Habana durante la homilía del acto celebrado en un complejo deportivo de Santa Tecla (centro).
Ortega presidió en su condición de enviado papal la misa de clausura del V Congreso Eucarístico Nacional y de festejo de los 100 años de la creación de la arquidiócesis de la capital salvadoreña por el Papa Pío X en 1913.
El representante del Vaticano en El Salvador, Léon Kalenga; el arzobispo de Tegucigalpa, cardenal Oscar Rodríguez; los obispos locales y de otros países centroamericanos; decenas de sacerdotes y seminaristas, y miles de feligreses participaron en la eucaristía.
Ortega recordó en la homilía que la última cena de Jesucristo con sus discípulos estuvo rodeada de un "ambiente de dolor y sospechas".
"El ambiente de esta cena cargada de tensión nos hace pensar en la última eucaristía que monseñor Romero no pudo concluir; ahora, en esta celebración, lo sentimos a él cercano a nosotros y pedimos al Señor para él el honor de los altares", añadió el cardenal cubano.
Romero fue asesinado por un francotirador desconocido cuando oficiaba una misa en la capilla de un hospital de San Salvador el 30 de marzo de 1980 y está en proceso de canonización en el Vaticano.
Ortega abogó por que "la eucaristía celebrada cada día" y "aquella eucaristía que no pudo concluir monseñor Romero traigan a este querido país, que lleva el nombre del mismo Salvador del Mundo, un gran deseo de
reconciliación, un rechazo total de la violencia y una siembra de paz en los corazones y en la sociedad".
La eucaristía culminó con una corta procesión en el mismo complejo deportivo.
El V Congreso Eucarístico Nacional, que siguió a los celebrados en los años 1942, 1964, 1992 y 2000, incluyó desde el pasado día 8 diversas actividades de índole religiosa.
(Con información de EFE)
Monseñor Romero, tuvo el excepcional valor de enfrentar abiertamente y denunciar al gobierno genocida de entonces en El Salvador, por supuesto ese crimen no fue casual ni espontáneo como tampoco lo fueron los asesinatos de múltiples monjas de varias nacionalidades en manos de los paramilitares que bien se sabe por quien estaban manipulados.....No han oído hablar de Otto Reich o de John Negroponte?
Buscar a los culpables y que Dios los absuelva, que aunque creo en todo lo divino y poderoso que nuestro Señor es una cosa tan horrenda como esa no tiene perdón.
por que mejor no lo dejen descansar en paz y en vez de un santo no se pide que la iglesia enseñe su ejemplo a los fieles. Existen una gran cantidad de santos y al final el mundo sigue patas arriba y no se ve un solo milagro, y cuando se logra divisar alguno, casi siempre es de la mano de un no creyente, o al menos no comprometido con iglesias algunas, y a esos no los canonizan.
Sin dudas fue un valiente e hizo lo que muchos no serían capaces de hacer.
Larga vida a su memoria.
Eso sería un acto de justicia.
Los cubanos pedimos tambien al señor que interceda para la canonozacion del P.Oscar. Que su ejemplo sea digno de todos los sacerdotes y laicos de nuestra iglesia.
Pongan "Compartir".Gracias
Debería crearse en la Iglesia Católica el panteón de los apóstoles buenos. Digo de los que más humildad han despertado en los últimos tiempos. Como que ahora el papa es argentino y supongo lo seguira siendo, aún cuando comparta creencias con el mundo, debemos apostar por el bien.
La iglesia, toda la iglesia, deberá ser de izquierda, se isquierda real, porque hay izquierdas políticas que solo son izquierda en el nombre, y humana, Cristo fue un revolucionario y se opuso a la injusticia y un día echó a latigazos a los mercaderes de su templo. Así de sencilla deberá ser la iglesia de Cristo, toda llena de justicia. La manifestación de la justicia es la más grandde manifestación de amor hacia los humanos.