El anuncio sobre posibles acciones terroristas de la organización Al Qaeda contra intereses estadounidenses en más de una veintena de países islámicos y la continuidad del escándalo sobre el espionaje doméstico, marcaron la semana noticiosa.
La Casa Blanca advirtió el pasado lunes acerca de amenazas de la red Al Qaeda contra oficinas consulares del país norteño en el norte de África y Oriente Medio, aunque el presidente Barack Obama confirmó que Estados Unidos mantendrá su presencia militar y diplomática en el ámbito internacional pese a esos peligros.
Algunos críticos del mandatario aseguran que este aprovechó la oportunidad para justificar la importancia de los programas de vigilancia telefónica y en Internet de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA), revelados el mes pasado por el excontratista de esa entidad, Edward Snowden, refugiado actualmente en Rusia.
El diario The New York Times afirmó este jueves que el Gobierno miente cuando afirma que la NSA no cumple misiones de espionaje contra ciudadanos norteamericanos, porque dicha agencia explora sin autorización judicial el contenido de grandes cantidades de correos electrónicos y comunicaciones de textos sin autorización judicial.
De acuerdo con el rotativo, esto contribuye a refutar declaraciones recientes de funcionarios de los servicios de espionaje que aseguraron en el Congreso que el público del país norteño no es un objetivo de esas acciones de vigilancia ilegales.
La vocera de la NSA Judith A. Emmel aseguró que las actividades de esa entidad federal son legales y nunca se realizan contra ciudadanos estadounidenses, sino que están dirigidas a obtener información de inteligencia sobre las potencias extranjeras y sus agentes, organizaciones y personas foráneas o terroristas internacionales.
Por otra parte, el Congreso estadounidense inició el pasado lunes un receso veraniego hasta el 9 de septiembre, considerado incorrecto por más de 80 por ciento de los estadounidenses, quienes consideran insuficiente la labor del legislativo durante el presente año, según una encuesta de la cadena Fox News.
Las vacaciones en el Capitolio tienen lugar en momentos en que sus integrantes tienen pendientes asuntos claves para el electorado estadounidense, como el debate en torno a la ley de salud aprobada en 2010, conocida como Obamacare, la reforma migratoria integral y la crisis sobre el presupuesto federal para los próximos 10 años.
(Con información de Prensa Latina)