La manipulación de los precios de materias primas y otros elementos como aluminio, gas y electricidad está bajo el ojo de las autoridades, preocupadas por tal eslabón económico de Estados Unidos.
La principal mira la enfilan contra los bancos, y puede provocar una renovación en cuanto a este concepto de apropiación. El organismo regulador de la energía en este país (FERC) anunció recientes manipulaciones de los precios de la electricidad y una reclamación por 488 millones de dólares.
Esos manejos de los precios eléctricos no fueron objeto de tales demandas desde el caso Enron hace 10 años.
En materia de metales, aparece una demanda colectiva colocada contra las entidades financieras Goldman Sachs y la bolsa londinense LME, acusados de acordar el almacenamiento de aluminio para aumentar artificialmente los precios de este material en la región industrial de Detroit (norte).
Medios de prensa aclararon que el banco de inversiones, a través de los almacenes de su filial Metro, que forman parte de la red aceptada por LME, controlan grandes acumulaciones de aluminio.
Esas demandas legales apuntan a que dichas empresas orquestaron ineficacias y retrasos en la entrega del mencionado metal, para 18 meses.
Tales abarrotes se transformaron en enormes costos de almacenamiento que dificultan la disponibilidad de aluminio en Detroit y propician un aumento desmesurado de los precios reales para los industriales.
En esa cuerda aparecieron las denuncias de fabricantes como Coca-Cola, el laminador Novelis, los fabricantes de automóviles GM y Ford e incluso la cervecera MillerCoors, que arremetieron contra Goldman y de LME, acusándolos de provocar un aumento en sus costos.
Ante tales recargos de fraude, la Fed (Reserva Federal) se centra en los activos físicos de materias primas en manos de muchos bancos.
(Con información de Prensa Latina)