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Ponen en práctica nuevas medidas para garantizar el uniforme escolar

Uniforme escolarEn busca de garantizar la presencia de uniformes escolares en la red minorista, el sistema de comercio interior de Cuba impulsa un grupo de medidas encaminadas a flexibilizar las ventas de esa importante prenda.

Extender estas hasta el 31 de diciembre de 2013, y la emisión temprana de bonos con los datos personales según la enseñanza, figuran entre las principales disposiciones adoptadas por el Ministerio de Comercio Interior (Mincin).

En junio último, cuando se iniciaron las ventas, funcionarios del ramo aseguraron que estaban creadas las condiciones para la recepción y control de los uniformes en los establecimientos designados, a lo largo de todo el archipiélago.

Desde Santiago de Cuba, medios locales reportan que más de 290 unidades se habilitaron en zonas urbanas y rurales, donde se ofertarán ininterrumpidamente esas prendas hasta el mes de diciembre.

En los 13 municipios de Camagüey ya se distribuyeron para las enseñanzas primaria, secundaria básica, preuniversitaria y politécnica, según Kenia Cecilia Boudet, especialista de la Dirección Provincial de Comercio.

También medios locales del municipio especial de Isla de la Juventud, y de las provincias de Las Tunas y Ciego de Ávila, refieren que la norma habitual para adquirirlos se mantiene por niveles de enseñanza, tanto de la regular diurna y especial, como de los centros deportivos y de cultura.

Una de las medidas más efectivas fue la entrega temprana de bonos, lo que permitió adquirir las piezas de vestir sin mucha aglomeración en las tiendas, así como hacer cambios de talla si fuese necesario, consideró Mercedes Esnart, vecina del municipio capitalino de Plaza de la Revolución.

Para sorpresa de Inés Reyes, residente del Cotorro, cuando acudió este año a comprar la vestimenta de su hijo, quien ingresa a un politécnico, no había cola en la tienda y dio con la talla de camisa y de pantalón, lo cual era prácticamente imposible en cursos anteriores.

No obstante el empeño institucional, persisten aún deficiencias en la conciliación de la oferta y la demanda, y en la disponibilidad de surtidos más variados, acordes con las características físicas actuales de niños y jóvenes.

Así lo considera Evelyn García, vecina del Vedado, quien no encontró para su hijo tallas pequeñas en su municipio, por lo que tuvo que comprar prendas muy grandes, no obstante de que las ventas habían iniciado recientemente.

Otra preocupación recurrente es que los escolares de grados terminales no reciben bonos, y en muchas ocasiones los uniformes de años anteriores les quedan cortos, con lo cual afectan su uso correcto en las instituciones docentes.

En aras de asegurar una producción que el Estado subsidia y que urge a la población, apremia una planificación cada vez más parecida a la demanda, de cara a los próximos años.

(Con información de la AIN)