Los dinosaurios tenían sangre caliente como las aves y mamíferos, contrario a lo pensado hasta ahora de que era fría por ser antecesores de los reptiles, como los cocodrilos, según científicos de la universidad australiana de Adelaida.
Los investigadores sugieren en una reciente investigación que si los dinosaurios hubiesen sido de sangre fría no habrían tenido la fuerza muscular necesaria para atacar otros animales, como lo hicieron durante todo el período Mesozoico entre 66 y 252 millones de años atrás, y que ni siquiera habrían competido contra mamíferos del mismo tamaño.
Grandes cocodrilos de agua salada alcanzan una temperatura corporal por encima de 30 grados Celsius cuando toman baños de sol, y pueden mantener una alta temperatura durante la noche.
Por eso, los científicos creían que los dinosaurios podrían haber hecho lo mismo y disfrutaban una temperatura corporal tibia sin necesidad de generar calor de sus células mediante la quema de energía de los alimentos, como hacen los animales de sangre caliente.
Sin embargo, el profesor Roger Seymour, de la Escuela de la Tierra y Ciencias Ambientales de la universidad de Adelaida, demostró que un cocodrilo de 200 kilogramos produce sólo un 14 por ciento de la fuerza muscular de un mamífero del mismo rango.
Cocodrilos de agua salada pueden llegar a pesar más de una tonelada, siendo aproximadamente el 50 por ciento de músculos, aunque no son tan poderosos como parecen, señaló el experto.
Para el profesor Seymour se puede aprender mucho acerca de los dinosaurios por sus fósiles, pero la cuestión de si eran de sangre caliente o fría sigue siendo objeto de debate entre los estudiosos.
Los resultados muestran que los cocodrilos no sólo carecen de potencia absoluta sino también de resistencia, cuestiones evidentes en los mamíferos, dijo Seymour, quien estima que si los dinosaurios dominaron los ecosistemas terrestres del Mesozoico, para hacerlo debían haber tenido más poder muscular y mayor resistencia.
(Con información de Prensa Latina)