Cubadebate

Esta mañana cuando me levanté lo hice pensando en el Congreso. No pude resistir la tentación de sentarme ante la computadora y elaborar este comentario que comparto con ustedes.
El orgullo de ser miembro de la UPEC
Enrique Atiénzar Rivero
Camagüey- Apenas nos separan unas horas del 15 de julio, aniversario 50 de la fundación de la Unión de Periodistas de Cuba (UPEC), organización de vanguardia que ha estado siempre al lado de la Revolución y de sus líderes históricos.
Siento el orgullo pleno de ser miembro de la UPEC --desde hace más de cuatro décadas-- como soldado de fila y también como directivo de base, incluso, de presidente provincial cuando Camagüey abarcaba desde Jatibonico (hoy perteneciente a Sancti Spíritus) hasta Amancio Rodríguez, de Las Tunas, antes de la división político administrativa en 1976.
La UPEC fue para mí una escuela y lo sigue siendo, pero no puedo sustraerme de pensar en los esfuerzos que promovió para que los periodistas empíricos –como yo—pudiéramos superarnos, alcanzar la nivelación requerida e ingresar en la enseñanza superior en la licenciatura de Periodismo.
Claro, la universidad de la calle complementada con la academia dibujó un espectro amplio de enseñanza, ininterrumpida hasta el día de hoy con cursos de postgrado. Aún así, con la aprehensión de tantos conocimientos, me considero no saber nada porque trato de cumplir con el precepto filosófico de la duda metódica: el grado de insatisfacción hacia la obra que uno realiza.
De la década del setenta para acá fueron años en el que la organización dio vitalidad a la superación de los periodistas y sigue en ese empeño. Hoy desde la perspectiva de las nuevas tecnologías de la información y la computación, de la apertura a gran escala de las redes sociales.
No olvido el vigoroso movimiento de corresponsales voluntarios que se organizó en fábricas, centros de trabajo y en las organizaciones de masas para que desde allí, desde su trinchera, hombres y mujeres del pueblo, divulgaran lo acaecido en su radio de acción.
¡Cuántos compañeros en Camagüey, como Víctor Manuel Zamora (Vitico), abrazaron la idea de impartir seminarios o cursos para corresponsales voluntarios con las clases preparadas por Ricardo Cardet!. Este fue un hombre que tiene reservado con su didactismo un lugar en la historia de la organización.
Elementos y recuerdos poseo para escribir decenas de cuartillas: de los contactos de colaboración con los periodistas búlgaros y soviéticos, del vínculo que mantenía la presidencia nacional de la UPEC con la base, de los contactos directos aquí de Ernesto Vera, declarado Presidente de Honor de la organización, Georgina Duvalón, Tomás Lapique, Elson Concepción, el educador por excelencia, y otros, con los miembros.
Recuerdo como si fuera en este minuto el Primer Festival del Humor, celebrado aquí en Camagüey con caricaturistas prestigiosos como Blanquito, Nuez o Wilson, y del aliento del Partido para que este evento, así como los otros que se organizaran, salieran bien.
El apoyo de la máxima organización política se vio concretado también cuando, a propuesta de Raúl Curbelo Morales, en época en que se desempeñaba como Primer Secretario, propusiera inaugurar el Hotel Camagüey con un objetivo concreto por la celebración en nuestra ciudad del VII Pleno Nacional de la UPEC.
A cincuenta años de la UPEC la suerte está echada. Las nuevas generaciones toman la bandera de la organización para que el periodismo cubano esté a la altura de las exigencias de los nuevos tiempos y responda a lo expresado por Raúl en el informe central al VI Congreso del PCC, en la Primera Conferencia Nacional del Partido y en otros escenarios en el que ha tenido presente la labor de este sector; considerado por Fidel como la artillería pesada de la Revolución.

Gracias quiero enviar a Enrique Atiénzar Rivero 
Pocas veces encuentro un comentario tan interesante. Con contenido formativo. Si me pareció ver a los corresponsares voluntarios repartidos por toda Cuba cuando lo relataba.
Inclusive recordé a Che cuando se refirió a los contactos directos entre la presidencía nacional y sus bases.
Pienso, modestamente, que usted a través de su comentario entrega muy buenas herramientas a los compañeros periodistas en congreso. Ojalá alcanzen a leer su comentario en Cubadebate.
Su información deberían incluirla en los libros escolares para que las nuevas generaciones se alimenten de su memoria patriótica.
Un fraternal saludo para usted.
marcelina

Muchas gracias Marcelina. No tengo el placer de conocerte ni de saber quien eres. No está de más que me envies tu dirección electrónica para mantener contacto por esa vía. ¿Trabajas en algún medio? ¿Qué haces? Reitero agradecimiento.