Grandes industrias productoras de armas de fuego en Estados Unidos están decididas a trasladar sus plantas hacia el sureño estado de Texas, donde el gobernador Rick Perry les promete más garantías, señalan hoy medios de prensa.
El presidente de la empresa Sturm, Ruger and Co. Inc., Michael Fifer, anunció que creará alrededor de 700 empleos en una nueva planta en Texas, lejos de su sede actual en Connecticut cuyo gobernador, Dannel Malloy, aprobó drásticas medidas sobre el control de armas en abril pasado.
Fifer desea incrementar las ofertas porque sus productos tienen una alta demanda, y las ganancias se incrementaron en un 53 por ciento en el primer trimestre de 2013, en comparación con igual período de 2012, situación similar a la de otras industrias que producen estos artefactos en el país, señala hoy el diario The Washington Times.
La compañía Beretta también tuvo una explosión en sus ventas este año, pero radica en el estado de Maryland, en el noreste, cuyo gobernador, Martin O'Malley, planifica firmar una ley sobre control de las armas, y si esto sucede la empresa pudiera trasladar sus plantas a Texas, Carolina del Norte o Georgia, señala el Times.
Según el diario, las ventas de estos artefactos a ciudadanos estadounidenses aumentaron a partir de que el presidente Barack Obama inició su campaña a favor de restringirlos, tras la masacre del 14 de diciembre pasado en Newtown, Connecticut, donde murieron 20 niños y seis adultos.
El líder de la mayoría demócrata en el Senado, Harry Reid, se vio obligado a retirar una propuesta legislativa el mes pasado, destinada a regular la compraventa y posesión de armamentos, tras el fracaso de un proyecto por incrementar los chequeos de antecedentes a los compradores de esos artefactos.
Obama, inició este jueves en Austin, Texas una gira promocional de la agenda de gobierno para su segundo mandato, donde el tema económico, la reforma migratoria y el control de las armas de fuego tienen un lugar destacado.
(Con información de Prensa Latina)