Memorial Capablanca: Al borde de la definición

Después de aquel arranque para el olvido en que las tablas monopolizaron el tablero, el Memorial Capablanca 2013 se encontró con la combatividad y, poco a poco, apareció la sangre.

En verdad, fastidiaba ver aquel Grupo Elite de categoría XVIII donde sus integrantes se conformaban con estrecharse cordialmente la diestra luego de un puñado de movimientos trillados y conservadores. El torneo reclamaba vida, y se la dieron dos de los jugadores de más bajo coeficiente.

Me refiero al húngaro Zoltan Almasi (2689) y el cubano Yuniesky Quesada (2608), quienes ahora mismo ocupan la vanguardia a falta de tan solo un par de rondas, con idéntico acumulado de cinco unidades.

Mientras ellos ponían pimienta al evento, el favorito local, Leinier Domínguez (2723), se limitaba a trocar sus salidas en empates, y el hombre con más ELO entre los matriculados, el ruso Dmitry Andreikin (2727), demostraba temprano que no estaba jugando su mejor ajedrez por estos días.

Los restantes trebejistas no figuraban en las principales candidaturas al trono. Uno era el también ruso Ernesto Inarkiev (2688), quien no acaba de cuajar en la alta competencia, y el otro, el indio Pentala Harikrishna (2705), un jugador demasiado inconstante para aspirar a un triunfo a este nivel.

Insisto: los “débiles” se rebelaron, y activaron a tal punto el certamen que en la fecha más reciente hubo decisión en cada una de las mesas. Todo sucedió como sigue: Leinier hizo la cruz en el casillero de los éxitos al batir con piezas blancas a Andreikin (36 lances de una Defensa Francesa), al tiempo que Inarkiev y Almasi liquidaron con negras a Quesada (Caro-Kann, 63) y Harikrishna (Ruy López, 53), respectivamente.

Tras estos resultados, el binomio de líderes es perseguido a media unidad por Leinier, en tanto los rusos suman 3,5 rayitas per cápita, y el indio cierra la clasificación con 2,5 unidades.

¿Qué resta a cada uno? Para que saque sus cálculos, lo dejo con el calendario de las jornadas por dirimir. Y tenga en cuenta que los criollos terminarán la lid con un cotejo entre ambos que seguramente finalizará con la división del punto, lo cual podría ser un arma de doble filo a esas alturas. Esto es, o los salva, o los hunde.

Ronda 9

Ronda 10