El Parlamento de Cataluña aprobó este miércoles una declaración de soberanía que abre las puertas a un referéndum sobre su independencia.
El Gobierno central del Partido Popular ha dicho que tratará de bloquear en los tribunales la celebración de un referéndum que considera no tiene cabida en la Constitución.
"De acuerdo con la voluntad mayoritaria, expresada democráticamente por parte del pueblo de Cataluña, el Parlament de Catalunya acuerda iniciar el proceso para hacer efectivo el ejercicio del derecho a decidir, de modo que los ciudadanos y las ciudadanas de Catalunya puedan decidir su futuro político colectivo", dijo la resolución aprobada.
La propuesta obtuvo 85 votos a favor, 41 en contra y dos abstenciones. Los diputados del Partido Popular catalán abandonaron el hemiciclo en señal de protesta.
El creciente sentimiento separatista en Cataluña se ha convertido en un quebradero de cabeza para el Gobierno de Mariano Rajoy mientras lucha por aplazar un rescate internacional e impone impopulares recortes para cumplir el objetivo de déficit presupuestario impuesto desde Bruselas.
Convergencia i Unió y Esquerra Republicana de Catalunya firmaron el mes pasado un pacto con el que pretenden superar sus diferencias en asuntos económicos y sociales y desafiar a Madrid con la convocatoria de una consulta de secesión en 2014.
"PUERTA ABIERTA"
Aunque la coalición entre ambos tenía suficientes votos para aprobar la declaración, trataron de ampliar su apoyo haciendo algunos cambios en el texto y finalmente lograron el de los ecologistas de izquierda de ICV-EUiA y el de un diputado del pequeño partido independentista CUP.
"No hay una puerta cerrada, la puerta se queda abierta a todos, porque lo que vamos a iniciar es muy importante", dijo el número dos de Convergència, Oriol Pujol, en su intervención en catalán.
Por su parte, Oriol Junqueras, líder de Esquerra, dijo que "lo que decidimos hoy no es la independencia, es el reconocimiento de un derecho democrático".
El Partido Socialista catalán, que había tenido un intenso debate interno sobre si apoyarlo o no, decidió en última instancia rechazarlo, aunque cinco de sus diputados decidieron no votar.
Los "noes" vinieron además del PP y el partido Ciudadanos, mientras que los otros dos diputados de la CUP se abstuvieron.
"Nos trae hoy una propuesta unilateral de independencia a través de la trampa del derecho a decidir", dijo la líder del PPC Alicia Sánchez Camacho. "Es un pulso al Gobierno de España".
La primera reacción del Ejecutivo central vino del ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, que insistió en que el "Gobierno no permitirá una consulta que no se ajuste a la legalidad".
"No solo fragmentaría España, produce una fractura interna en Cataluña", dijo en una rueda de prensa con su homólogo alemán en Madrid.
VALOR SIMBÓLICO
El texto constata que el pueblo catalán tiene carácter de "sujeto político y jurídico soberano" y recoge la voluntad de constituir Cataluña en un nuevo Estado dentro del marco europeo.
Según analistas, la declaración de soberanía es una herramienta política con poco más que un valor simbólico.
"Sólo tiene el valor que le permite a Artur Mas ir a ver a Rajoy con un respaldo parlamentario amplio a favor de la consulta", dijo el analista político Josep Ramoneda.
El próximo paso en el proceso de referéndum será formar un Consejo Nacional de Transición que investigue y asesore en el camino hacia la independencia.
"El papel del consejo es para dejar claro que la consulta no es solamente el trabajo del Gobierno, sino de una representación más amplia de la sociedad", señaló por su parte Ferrán Requejo, profesor de Ciencias Políticas en la Universidad Pompeu Fabra.
La profunda recesión y el desempleo han exacerbado el separatismo en Cataluña, región que genera una quinta parte de la economía del país.
Mas, que ha aplicado impopulares recortes de gastos, convocó elecciones anticipadas para el 25 de noviembre después de solo dos años en el poder, con la idea de probar los apoyos a su propuesta soberanista en Cataluña. Los últimos sondeos muestran que parte de su población cree que les iría mucho mejor sin España, alegando que paga muchos impuestos que van a otras áreas más pobres del país.
CiU y ERC han acordado no aplicar más recortes durante esta legislatura.
(Con información de Reuters)