Un 58 por ciento de los estadounidenses se inclinan por medidas más estrictas de control de armas, según una encuesta realizada tras la matanza de la escuela primaria Sandy Hook.
El sondeo ha registrado un importante aumento de los partidarios de la regulación desde el último año, junto a un descenso de los simpatizantes de la Asociación Nacional del Rifle (NRA), el principal 'lobby' de Estados Unidos a favor de la adquisición, posesión y uso de las armas de fuego.
Sin embargo, la mayor parte de los encuestados se opone a la propuesta de ley amparada por la Casa Blanca para la prohibición de los fusiles de asalto.
Solo un 44 por ciento de los encuestados está a favor de esta propuesta, la primera respuesta práctica de la administración Obama al clamor popular tras la matanza de Sandy Hook, en la que fallecieron 26 personas, 20 de ellas niños, por los disparos de un joven armado.
En octubre de 2011, solo un 43 por ciento de los estadounidenses se mostraba a favor de la creación de leyes más estrictas sobre las armas. Ahora, la mayoría de los norteamericanos respalda esta medida, según el sondeo publicado ayer por USA Today/Gallup.
Con todo, cada vez son más los estadounidenses que defienden la necesidad de aprobar leyes adicionales sobre armas (de un 35% en 2011 a un 47 por ciento en el momento de esta encuesta).
Destaca el respaldo prácticamente unánime a favor de obligar a los responsables de las ferias de armas a que investiguen el pasado de sus clientes y un 62 por ciento se muestra favorable a la prohibición de los cargadores de munición de gran capacidad, una propuesta que también cuenta con el beneplácito de la Casa Blanca.
Por otro lado, desciende el apoyo popular a la Asociación Nacional del Rifle, aunque el respaldo sigue siendo mayoritario. Un 53 por ciento de los encuestados mantienen una opinión favorable sobre este grupo. Son seis puntos menos que 2005, pero este porcentaje no se desvía demasiado del margen de opinión reflejado en los sondeos de los últimos 20 años.
(Con información de Europa Press)