La Unión Europea aprobó este martes el desembolsó de 44 mil millones de dólares para ayudar a Grecia después de que la nación helena lograra recomprar 42 mil millones de su deuda a privados, como condición para recibir este nuevo préstamo.
Esta porción de ayuda es una parte de los más de 57 mil millones de dólares que irán al país heleno en concepto de ayuda financiera para que "sortee su crisis de deuda", que representa el 175 por ciento de su producto interno bruto (PBI).
Este préstamo, que llega después de semanas de negociaciones, destinará 13 mil 600 millones de dólares para financiar el presupuesto griego, y 30 mil para comprar bonos del fondo europeo que apuntarán a la recapitalización de su banca privada.
En tanto, que el resto de los 57 mil millones de dólares serán entregados si Atenas cumple con las medidas exigidas por la troika (Comisión Europea, Fondo Monetario Mundial y Banco Central Europeo), como la sanción de una reforma fiscal.
El país accede a este nuevo tramo del rescate de la troika, que se estima en un total de 309 mil millones de dólares, después de que se le aplicara un descuento del 53 por ciento en su deuda externa.
Para acceder, los helenos tuvieron que aplicar un duro paquete de medidas que consistieron en reducir el salario mínimo y congelarlos, privatizar sectores públicos, aplicar una reforma laboral para abaratar los despidos, despedir empleados públicos y aumentar el impuesto al valor agregado (IVA), entre otras.
Tras la aplicación de las medidas, la pobreza registró un alza que la llevó al 27 por ciento, el desempleo aumentó al 22 por ciento y el nivel del poder adquisitivo de la población bajó un 25 por ciento.
La crisis comenzó en 2008 con el crac hipotecario de Estados Unidos, que eliminó los créditos a tasas bajas y derivó en una sinceración a nivel mundial. Esto puso en evidencia, el nivel de endeudamiento privado y público de los países que entraron al euro y así se equiparon con los países industrializados del bloque, como Alemania y Francia, sin considerar las diferencias.
De esta manera, se terminó con un ciclo que había posibilitado que países, como España, Portugal y Grecia, crecieran en el corto plazo en base a endeudarse a tasas bajas con los bancos de Francia, Gran Bretaña y Alemania, quienes ahora quieren cobrar los prestamos concedidos a través de la aplicación de medidas de ajuste económico.
(Con información de Telesur)