Una multitudinaria marcha en esta capital, un reclamo oficial de la ONU y un balance crítico de lo ocurrido en 2012, fueron demandas al gobierno paraguayo en el Día Internacional de los Derechos Humanos.
Miles de personas, convocadas por la Mesa de Unidad de Organizaciones Sociales y Políticas, desfilaron por las calles céntricas de Asunción demandando el esclarecimiento de la llamada masacre de Curuguaty, ocurrida durante un desalojo campesinos el pasado mes de junio.
Considerada la mayor demostración opositora al gobierno de los últimos meses, la marcha exigió a viva voz la liberación de los campesinos presos, la devolución de las tierras malhabidas y el castigo a los culpables del asesinato del líder agrario Vidal Vega, testigo de los sucesos de Curuguaty.
En la ceremonia oficial por la fecha, el español Lorenzo Jiménez, coordinador residente de la Organización de Naciones Unidas en Paraguay, hizo el mismo pedido al presidente Federico Franco presente en el acto.
Jiménez dijo que si el gobierno paraguayo quiere transitar por el camino del respeto a los derechos humanos debe esclarecer lo realmente sucedido en Curuguaty y castigar el asesinato de Vega.
Por su parte, la Comisión de Derechos Humanos de Paraguay difundió su informe anual, también en el marco de la fecha, y en el que denunció una serie de violaciones a esa prerrogativa, condenando el desalojo abrupto del poder del presidente constitucional, Fernando Lugo.
El informe aseguró que la masacre de Curuguaty, en la cual murieron 11 labriegos y seis policías, fue utilizada por los políticos de turno para un "juicio express" destinado a interrumpir el proceso democrático y destituir a Lugo.
El gobierno de Federico Franco, surgido de esa maniobra, no es legítimo, violó los derechos humanos e ignoró el informe independiente que demuestra la participación de francotiradores desconocidos para iniciar el enfrentamiento en una operación completamente planificada, afirmó.
(Con información de Prensa Latina)