Los ministerios de Salud y del Interior de Egipto fueron puestos en máxima alerta ante las masivas manifestaciones contra el último decreto que otorga amplios poderes al presidente Mohamed Mursi.
Ambos ministerios han advertido a los manifestantes de no entrar en conflicto con la policía y de mantener sus protestas por cauces pacíficos.
Instaron a los opositores a no atacar y causar daño a las instituciones públicas, llamando a los "nobles" ciudadanos egipcios de que informen sobre la presencia de saboteadores violentos y agresores entre los manifestantes.
En medio de temores de que las protestas rivales podrían desarrollarse en enfrentamientos sangrientos, el Ministerio de Salud desplegó 45 ambulancias en los alrededores de la emblemática plaza Tahrir, donde las protestas más importantes se llevarán a cabo.
El jueves al menos cuatro personas resultaron heridas tras los enfrentamientos entre los opositores de Mursi y miembros de los Hermanos Musulmanes, que estaban celebrando las decisiones del presidente en la provincia nororiental de Dakhalia.
El grupo musulmán ordenó a sus miembros a no viajar al extranjero, ya que podrían ser necesarios para tomar las calles para apoyar las decisiones "revolucionarias", según fuentes de los medios de comunicación de Egipto.
La jornada de protesta ha recibido el nombre de "Ojos de la Libertad"´, en honor a los muchos manifestantes que perdieron la vista durante los enfrentamientos a causa de la acción de un francotirador que disparaba directamente a los ojos de los presentes.
Los organizadores indicaron que exigiran tres demandas: la dimisión del gobierno de Mursi, el juicio contra los responsables de la represión de manifestaciones desde la revuelta pasada y la realización de una purga en la policía.
Entre los firmantes están los partidos Constituyente, el Socialista Democrático, de los Egipcios Libres, de la Alianza Popular Socialista, del Frente Democrático, Libertad de Egipto, la Corriente Popular Egipcia y la Asociación Nacional por el Cambio.
Mursi emitió el jueves una declaración dándose mayores poderes con lo que neutralizó al poder Judicial que se ha convertido en un rival clave en el periodo de transición.
El mandatario enmarcó sus decisiones para proteger la revolución que derrocó a Hosni Mubarak hace casi dos años y para consolidar la transición del país a la democracia.
Sin embargo, el líder opositor Mohamed El Baradei acusó a Mursi de usurpar la autoridad y convertirse en un "nuevo faraón", mientras que otras figuras de la oposición consideraron que el nuevo decretó es un virtual golpe de Estado.
"Este es un golpe contra la legitimidad ... Hacemos un llamamiento a todos los egipcios a protestar en todas las plazas de Egipto", dijo Sameh Ashour, jefe del sindicato de abogados, en una rueda de prensa conjunta con los principales opositores Amr Moussa y El Baradei.
(Con información de Notimex)