El robot Curiosity -de visita en Marte desde el pasado mes de agosto- toma muestras del terreno donde se encuentra hoy, mientras envía fotos a la Tierra de los alrededores del lugar.
En estos días el vehículo espacial encontró varios trozos de material brillante de color claro sobre el terreno, uno de los cuales resultó ser un desperdicio plástico de la nave espacial que lo transportó.
Otras pequeñas partículas parecen ser de origen marciano.
Según informes de la Administración Nacional para la Aeronáutica y el Espacio (NASA), el ingenio permanecerá varias semanas en la ubicación actual, una zona bautizada como palíndromo Glenelg y conocido, igualmente, como la Tierra prometida.
Más tarde el Curiosity avanzará hasta su destino final, el monte Sharp, a 5,5 kilómetros de distancia, escogido como el lugar idóneo para averiguar si el planerta rojo tiene o ha tenido alguna vez condiciones para albergar vida.
La misión de trabajo, prevista para dos años, caracterizará además el clima, determinará la geología marciana, y preparará las bases para la exploración humana.
(Con información de Prensa Latina)