Congreso colombiano inicia mesas regionales para diálogos de paz
La Comisión de Paz del Congreso colombiano iniciará esta semana la apertura de mesas regionales para analizar los temas contenidos en la agenda que regirá las futuras negociaciones del gobierno y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP).
De acuerdo con el programa, se realizarán ocho foros en las zonas donde, en opinión de las autoridades, es mayor la incidencia del conflicto armado, los dos primeros en Sincelejo y Barranquilla, noroeste y noroccidente, respectivamente.
El proyecto ha sido acogido con escepticismo en sectores de la opinión ciudadana, y aún del Congreso mismo, por considerarlo una especie de carrera contra el tiempo para tener listas, en menos de un mes, opiniones y puntos de vista de las capas sociales y llevarlos a la mesa de conversaciones previstas en noviembre en La Habana, Cuba.
Poco trigo ha de quedar de esa marcha apresurada, dijo a Prensa Latina Abel Caycedo, un juez jubilado a quien le gusta caminar por las calles bogotanas para escuchar las inquietudes y preocupaciones de sus conciudadanos, quienes padecen a flor de piel las consecuencias de la corrupción, las crisis de la salud y la educación y el desempleo reinante, afirma.
Los debates regionales comenzarán el próximo miércoles, con la participación de los miembros de la comisión, autoridades locales, víctimas del conflicto, representantes de la sociedad civil, delegados de las universidades públicas y privadas y ONG's.
Otros tendrán lugar en el centro del país, el Eje Cafetero, el sur y oriente colombianos. En la lista no aparece, hasta ahora, el norte del Cauca, una de las regiones donde más ha repercutido el conflicto. El representante a la Cámara por Caldas (centroccidente) e integrante de la comisión de Paz del Congreso, Hernán Penagos, declaró a medios locales que, previo acuerdo con el Gobierno, se discutirán los temas que enmarcan los diálogos de paz, a su juicio realistas y puntuales.
Estos son la política de desarrollo agrario integral, la participación de los guerrilleros en el escenario político, el fin del conflicto, la solución al problema de los cultivos ilícitos, las víctimas y la verdad, y la verificación, implementación y refrendación de los eventuales acuerdos
Según explicó, el Congreso no participará de manera directa en las conversaciones, pero aportará al debate "promoviendo el análisis de los proyectos de ley gubernamentales relacionados con el marco legal y jurídico de la negociación, los beneficios a las víctimas y la reinserción a la vida social y política de los desmovilizados".
Mientras, el vicepresidente del Senado por el Partido Liberal, Guillermo García, lanzó duras críticas a las comisiones que presidirán esas mesas regionales, según él, integradas por congresistas sin experiencia.
A su juicio, es inadmisible que viajen a Barranquilla o se instalen en Bogotá a discutir temas como los cultivos ilícitos y las víctimas, "en vez de ir ir a las zonas más castigadas por el conflicto armado a escuchar a quienes lo padecen".
Para García, algunos miembros de esa comisión lo único que buscan es protagonismo y tienen un desconocimiento absoluto de lo que realmente ocurre en las regiones.
"Si realmente se quieren hacer propuestas que las busquen desde las zonas donde a diario la población civil vive una odisea para lograr sobrevivir, es una lástima que esas comisiones no lo contemplen", puntualizó.
Mientras Luis Eduardo Garzón, ministro consejero para el diálogo social, considera que el Gobierno tiene deudas territoriales, regionales y sociales que saldar, temas de salud, de reforma tributaria, asuntos que tiene que discutir el Estado colombiano y a los que las FARC-EP agendó uno nuevo, desde un costado distinto: la tierra, precisó.
También hay que incluir el tema de las víctimas, acotó por su parte el analista Víctor Rivero, pero no solo las de la guerrilla, sino también las de los agentes del Estado, comentó.
Mientras movimientos, como Colombianos y Colombianas por la Paz, proponen una inserción profunda en las capas mayoritarias de esa población que vive al día para hacerlas partícipes directas de una construcción de la paz, posconflicto, que las reivindique y en la que tengan voz propia.
(Tomado de Prensa Latina)
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Saludos desde México. Recuerdo la propuesta del compañero Carlos Lozano Guillén, director del semanario Voz, La Verdad del Pueblo, en relación con "meterle màs pueblo al proceso de paz, a las conversaciones". Es necesario que las y los colombianos desde cualquier lugar donde nos encontremos participemos en ese análisis e intentemos aportar algo por la solución del conflicto armado en Colombia. Lo primero que deberá quedar claro es que dentro del esquema Neoliberal de Capitalismo Salvaje no habrá justicia social y entonces será imposible lograr la paz. Agradezco a los gobiernos de Cuba, Noruega, Venezuela y Chile por el acompañamiento a este proceso pacificador para la patria de Camilo Torres Restrepo. Atentamente,
Fernando Acosta Riveros, oyente de Radio Habana Cuba, desde el año 1974.