Mientras Rudy Mora casi termina la filmación de Leontina, su segunda cinta, Y sin embargo..., largometraje de este reconocido autor del audiovisual cubano actual, recibió el Premio del Publico a la Mejor Película Extranjera en el China Golden Rooster and Hundred Flowers Film Festival.
La cinta estrenada en Cuba en abril pasado, parte de la adaptación de la pieza de Alexander Jmélik que hiciera Carlos Alberto Cremata, Tin, el mago de La Colmenita, para una puesta teatral de su compañía.
Junto con Olo Tamayo, el Lapatún defensor de los sueños, trabajan Ernesto Escalona, Daniel Ramírez, Liliana Sosa y Carolina Fernández, que comparten roles con unas irreconocibles Laura de la Uz y Larisa Vega, quienes son acompañadas por Manuel Porto, Osvaldo Doimeadios, Raúl Pomares, Fernando Hechavarría, Héctor David Rosales y Adria Santana, recientemente fallecida. Dejo para el final dos actuaciones sorpresa: Eslinda Núñez, ese rostro del cine cubano, que canta a capella por primera vez para la pantalla y Silvio Rodríguez que se estrenó como actor.
Precisamente, las canciones de Silvio forman parte de la dramaturgia del largometraje y funcionan muy bien. Los arreglos musicales son de Amaury Ramírez, la música incidental de Juan Carlos Rivero y el diseño de Banda sonora de Osmani Olivares.
A este as de profesionales capaces se unen Ángel Alderete A.C.F, como director de fotografía; Carlos Huerta, Isabel Prendes y Jorge Ruiz Páez, en la producción; Luis Lacosta, en la dirección de arte; Miriam Dueñas, en el diseño de vestuario; Ileana Casas, en el maquillaje y peluquería, y Enma Robaina como directora asistente.
El sonido directo corrió a cargo de Velia Villalvilla, la edición fue de Octavio Crespo y los efectos visuales de Jorge Céspedes.
Y sin embargo... es una producción del ICAIC y Bis Music de Artex. Su director le confesó a un periodista que cuando vio la obra teatral: "Olo, el niño que interpreta a Lapatún, quedó en mi mente y se fue conmigo para mi casa. Salí convencido de que trabajaría en mi próximo proyecto. Eso ni Tin ni la mamá del pequeño lo supieron".
Olo también trabaja en Leontina, una especie de saga de Y sin embargo...
En su segundo filme Rudy está probando un modo de producción diferente al tradicional. Y hasta ahora le ha ido bien.
Para Rudy un reconocido realizador televisivo -Diana, Doble juego y La Otra cara-, más decenas de excelentes videoclips, él es un Lapatún. "No soporto la mentira ni la doble moral. Soy honesto, no importa lo que cueste. Tengo muchos sueños: grandes, medianos y chiquitos. Y desearía tener mucha más imaginación. Entre Y sin embargo... y yo existe mucha empatía, de ahí que haya sido una suerte que cayera en mis manos".
Rudy dijo además que "la virtud principal de la pieza es su polisemia". En su versión, Tin remarca esa gran cualidad y configura una mirada más profunda y abarcadora, para ello utiliza los recursos teatrales con maestría y consigue que, con los últimos acordes de "La Maza", cada espectador reciba sus mensajes. Eso me pareció muy tentador (...). Lo que más me importa es contar. Y, si es posible, conmover. Para ello me apropio de estilos y tendencias para conformar la expresión que considero acorde con el proyecto, así ha sucedido siempre. Con la escritura del guion nació el lenguaje de Y sin embargo..., y lo respeté hasta el último plano filmado. Si existe o no relación con otras propuestas no lo sé, pero estoy seguro de que soy yo el de antes y el de ahora".
Ahora le queda la prueba de fuego: enfrentarse al público porque si Lapatún es para niños y niñas, allá los mayores que no encuentren en esa historia una bella lección de sueños y esperanzas.