Esta vez, Om (derecha) fue mejor que el gran Wu.
Habría que buscar cuándo alguien de la pool B ha conquistado un oro olímpico en las pesas. Es difícil, tanto como encontrar la consabida aguja en el pajar. Pues bien, al norcoreano Om Yun Chol le alcanzó en Londres con su record en el envión y sus 293 del total para rubricar tamaña proeza en la división de 56 kilos. (Desde el inicio pensamos que su actuación de la mañana le alcanzaría para una medalla, pero no para tanto).Nadie del grupo A se presentó de un modo extraclase, y así, por esta vez los roles se invirtieron. El azerí Valentin Hristov concluyó con bronce, luego de estampar 127 y 159 kilogramos en arranque y envión, respectivamente. Mientras, la nota suspense de la competencia corrió a cargo del bicampeón mundial chino Wu Jiangbiao.
Wu rubricó unos muy meritorios 133 kilos en el arranque, para tirarle luego en envión a 161 (el chino contaba con mayor peso corporal) que de lograrlos habrían desbancado a Om. Y estuvo a punto de vencer el peso, pero a última hora cedió y con ello se esfumaron los matices épicos de la remontada. Finalmente, registró 156 en el envión y un total plateado de 289.
A su vez, Sergio Álvarez levantó 121 kilos en arranque, pero luego -vaya sorpresa- se fue en blanco. El cubano no pudo nunca con el peso en su modalidad predilecta, donde al parecer la mala concentración le pasó factura. Un gris final olímpico para una carrera sobrada de éxitos.
Por su parte, los 258 de nuestro tro representante, Yasmani Romero, le alcanzaron para el onceno puesto de la justa.