Por Rodolfo Romero Reyes
Mientras Silvio Rodríguez canta en el reparto Miraflores, Alejandro Ramírez Anderson toma instantáneas con su cámara fotográfica. Aprovecho el momento en que el fotógrafo y director de audiovisuales hace una pausa para conversar con él.
Alejandro tiene en su haber 10 exposiciones personales y 2 colectivas. Además de fotógrafo, es egresado de la Facultad del Arte de los Medios de Comunicación Audiovisual (FAMCA) del Instituto Superior de Arte (ISA), donde se graduó en la especialidad de Dirección. El género que prefiere y más ha trabajado es el documental. Así, ostenta una amplia filmografía con materiales que han resultado premiados dentro y fuera de Cuba. Uno de ellos es Hombres sobre cubierta (2008), realizado junto a Ernesto Pérez Zambrano.
Cuenta que ese material fue lo primero que hizo con Silvio, y que a partir de ahí se insertó en la ‘Gira por los barrios'. Acompaña al trovador en cada presentación, registrando los conciertos y recopilando material para otro documental:
"Aquel documental fue el resultado de una investigación que hicimos Ernesto Pérez y yo. Le propusimos el proyecto a Silvio y le gustó muchísimo. La intención era que evocara su experiencia a bordo del barco Playa Girón durante el año 1969; que a mi entender fue una de las más importantes de su juventud. Fue además, una etapa muy prolífica: en tan solo cuatro meses y unos días, hizo muchas de sus más grandes canciones. De ese trabajo surgió el vínculo, entonces cuando se dio el primer concierto en La Corbata -iniciativa que surgió a partir de un oficial de la policía-, me pidieron que lo filmara".
"Después hubo un segundo y un tercer conciertos, que filmamos a modo de registro audiovisual, y es cuando se decide empezar una gira. Entonces le propusimos hacer un documental que no se enfocara solamente en los conciertos como suceso aislado, sino en los barrios donde se realizaban y en los problemas que estos tenían. Desde el cuarto concierto, mi equipo y yo venimos a los barrios unas horas antes del comienzo de la presentación, recorremos el lugar, entramos en contacto con la gente, visitamos viviendas, espacios públicos, hacemos entrevistas y luego registramos el concierto".
-Sobre la gira de Silvio ha publicado numerosos fotorreportajes, pero en materia audiovisual aún nada ha visto la luz. Por supuesto, una interrogante va en ese sentido:
-Al cabo de 170 horas filmadas, acordamos hacer un corte. A ese volumen de material llegamos al término del concierto número 24, en el barrio de Belén. Ahora mismo estamos trabajando en ese documental; lo que no quiere decir que hayamos terminado. Seguimos grabando los demás pero ahora queremos darle una vuelta desde el punto de vista audiovisual para esta nueva etapa, para pensar otro producto diferente. De modo que resultarían dos trabajos al final.
-Además del trabajo junto a Silvio, Alejandro dirigió la realización del mediometraje Bolívar, el quinto capítulo de la serie Próceres de América, una coproducción entre el Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográfico (ICAIC) y el canal Telesur. Sobre esta producción también estuvimos conversando:
-Ese proyecto se realizó hace un tiempo ya, y debido a contratiempos y demoras, no se ha concluido completamente. Los otros cuatro capítulos ya fueron transmitidos y el de Bolívar, que es el que cierra la serie, aún no se ha podido terminar por razones que desconozco. Filmamos en Venezuela, Colombia y Perú, y los 10 minutos de ficción los filmamos aquí en Cuba. Se han enviado tres cortes del documental a Telesur.
-Nacido en México, de nacionalidad guatemalteca, radicado en Cuba desde los 9 años; Alejandro ahora desplaza la mirada hacia su localidad, específicamente a la agricultura urbana...
-Estoy haciendo otro proyecto, sobre un vivero en Alamar. Se trata de una cooperativa de agricultura urbana. Ellos tienen un sistema de trabajo muy bueno, priorizan la atención al hombre, son realmente eficientes y toda su producción es orgánica. Tienen un fuerte enfoque medioambiental. Además, la gente está contenta con el trabajo que hace allí.
Su prioridad es desarrollar una actividad que de manera sistemática rinda resultados de impacto social en la comunidad, a la vez que contribuya al mejoramiento de la calidad de vida de sus trabajadores.
Ilustrando esta experiencia, pretendemos mostrar ante todo la posibilidad efectiva de éxito de una iniciativa diseñada con esos fines, sobre todo con las estrategias que ellos han empleado. Es un lugar sorprendente al que, por los momentos que estamos viviendo en Cuba, vale la pena volver la mirada.
(Tomado de Cubacine)