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Estados Unidos debería estrechar más sus vínculos con Latinoamérica en lugar de enfocarse en los conflictos de Medio Oriente, dijo ayer el presidente colombiano Juan Manuel Santos al dar el banderazo de inicio de la Cumbre de las Américas, en la que participa Barack Obama.

El presidente estadounidense fue elogiado en la cumbre previa tres años atrás, luego de despertar esperanzas en los líderes latinoamericanos de un acercamiento para superar años de indiferencia de su predecesor George W. Bush.

Pero Obama, que busca este año ser reelecto, dejó archivadas las promesas a la región para atender temas más apremiantes para su Gobierno como la crisis económica doméstica, la debacle de deuda en Europa y los conflictos en Medio Oriente.

"Si Estados Unidos se da cuenta que sus intereses estratégicos de largo plazo no están en Afganistán ni están en Pakistán, están en América Latina y se da cuenta de que trabajando juntos podemos generar esa prosperidad que todos estamos buscando, ahí vamos a obtener los grandes resultados", dijo Santos.

En la cumbre, que inició anoche con una cena de gala, los presidentes latinoamericanos le recordarán a Obama su menguante influencia y pedirán un mayor rol de Washington en la lucha contra el narcotráfico, la legalización de las drogas, la inclusión de Cuba en el foro hemisférico y hasta reclamos de soberanía de Argentina sobre las Islas Malvinas.

Aparte de la economía, el tema que se espera domine el encuentro de mandatarios el fin de semana es el de la lucha contra el narcotráfico, un serio problema que ha dejado decenas de miles de muertos en México y Centroamérica y secuelas en Colombia.

Por eso por primera vez países como Colombia, Guatemala y México están considerando discutir la idea de legalizar las drogas y de que Estados Unidos, el mayor consumidor de estupefacientes del mundo, tome más responsabilidad en el asunto.

Sin embargo, un asesor de la Casa Blanca para Latinoamérica, Dan Restrepo, dijo que Obama se opone a legalizar las drogas porque cree que esa no es la solución para el problema.

El mandatario estadounidense también enfrenta presiones para sumar a Cuba a la próxima cumbre, algo a lo que Washington se opone. Pero hay cada vez más consenso entre los más de 30 países del hemisferio en incluir a la isla.

(Con información de Reuters)