La famosa Guernica de Pablo Picasso podrá ser contemplada en tercera dimensión gracias a un robot instalado en el Museo Reina Sofía de Madrid, informaron este fin de semana las utoridades del centro.
El aparato, de 9 metros de largo y 3,5 de alto, puede digitalizar de forma exclusiva las imágenes del famoso lienzo para llevar a cabo un estudio denominado "Viaje al interior del Guernica".
"Nunca lo hemos hecho de esta manera, tan ambicioso, porque lo que normalmente hacemos es una toma general, pero nunca hacer macrofotografías tan pequeñas recorriendo un cuadro, cosiéndolas después y generando una mega imagen", aseguró Humberto Durán, conservador del Reina Sofía que trabaja en el proyecto.
"Eso es lo ambicioso, porque tenemos la posibilidad de hacer zoom sobre la obra y llegar a lo que el ojo humano no es capaz de ver", añadió.
El robot, apodado "Pablito" en honor a Picasso, culminará en junio un proyecto que comenzó a gestarse en 2009 con la investigación y desarrollo de la máquina.
Tras finalizarse la digitalización de imágenes, y aunque aún no hay una fecha establecida, tanto la comunidad científica como el público podrán navegar por el interior del cuadro en tres dimensiones o superponer las diferentes capas del lienzo para realizar un profundo viaje por una de las obras pictóricas más representativas de la España contemporánea.
El proyecto está siendo llevado a cabo por el Museo Reina Sofía, del departamento de Óptica de la Universidad Complutense y de empresas especializadas en robótica e imágenes en 3D.
El "Guernica" es una alegoría que representa el bombardeo de esta localidad vasca durante la Guerra Civil Española pintado en blanco, negro y una gran gama de grises con el particular estilo del genio malagueño, cuyo simbolismo y valor artístico le convierten en un auténtico icono artístico del siglo XX.
El lienzo, realizado en Francia en 1937, viajó por toda Europa hasta que finalizó la Guerra Civil y se instauró la dictadura del general Francisco Franco.
Dado que, por expreso deseo del autor, el cuadro no podía ir a España hasta que fuera una democracia, se expuso en el museo MOMA de Nueva York hasta 1975, cuando, ya muerto Picasso, llegó por fin a la tierra de su creador.
(Con información de Reuters)