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Jardín Botánico : Un sueño matancero que fructifica

En este artículo: Biodiversidad, Cuba, Flora, Matanzas
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_estudiantesPor Marlevys Chávez Herrera y Dariel Rafael Barrueco Barreto, estudiantes de Periodismo

Muchos anhelan en la vida estar en dos lugares al mismo tiempo. Unos inventan las más fantásticas aventuras para conseguirlo, mientras otros no se arriesgan a lo absurdo.

En la Universidad de Matanzas Camilo Cienfuegos(UMCC) ese deseo tan complejo, hace casi veinte años se hace realidad, pues quienes acuden al centro de altos estudios están en presencia, además, del Jardín Botánico de la provincia.

Creado para contribuir a la conservación de la biodiversidad de la flora local también tiene el propósito de elevar la cultura ambiental de los visitantes. Los mil 114 árboles que componen la colección tienen una intención y una historia.

Se prepara el terreno

"Necesitábamos plantas", recuerda Rita Martínez Pichardo, en aquel tiempo profesora de Botánica y hoy metodóloga de la Dirección de Relaciones Internacionales en dicho centro. "El otrora rector, arquitecto Ángel Vega, me propuso la implementación de un proyecto para que creciera un paisaje integrado armoniosamente con las instalaciones. Me fascinó la idea, y por azares de la vida, Vladimir Pérez, estudiante de Biología de la Universidad de La Habana, me pidió ser la tutora de su Tesis de Diploma, la oportunidad de materializar un sueño común."

El resultado científico fue la elaboración del diseño de un Jardín Botánico en la universidad de Matanzas. Para ello fue muy valiosa la cooperación de Ángela Leyva, directora del Jardín Botánico Nacional, Zenaida Lauzurica, arquitecta que contribuyó al rediseño del proyecto, y el apoyo incondicional de los profesores de la facultad de Agronomía y otros especialistas.

"En un principio juntar voluntades resultó un tanto difícil. Se realizaron importantes estudios de la flora que debía existir en el lugar, y quisimos lograr también un fin didáctico. Durante estos años el proyecto sufrió las consecuencias de la difícil situación económica que atravesó el país aunque también la poca sensibilidad de algunos directivos dificultó el desarrollo del complejo natural. No es solo el hecho de construir y desarrollar las instalaciones requeridas, también sustentar un proyecto de esta magnitud requiere de grandes recursos económicos y humanos. Ver el proyecto concluido es el sueño de mi vida.", asegura Vladimir Pérez

Se siembra la semilla

Cuando comenzó el proyecto en 1993, José Ramón Díaz, quien se desempeñaba como director de inversiones en el centro estudiantil, se apoyó en Lenia Robledo Ortega para que lo asesorara.

Lo presentaron el trece de junio del año 2000 en la reunión de la Red Nacional de Jardines Botánicos para pedir la inscripción y por el acuerdo número cinco de enero de 2003 ya el JBM era un hecho. Lo aprobó además el Sistema Nacional de Áreas Protegidas. Solo faltaba el reconocimiento del Consejo Universitario.

"En los acuerdos 160, 161, y 162, de abril de 2003 la UMCC oficializó el jardín, ya podíamos con seguridad decir su nombre", asegura Robledo Ortega, directora desde 2002 de la institución.

Ahora presenta un vínculo directo con la carrera de Agronomía, pues más que paisajístico debe tener un impacto educativo.

"Ya era hora de que nuestra provincia tuviese pulmones más desarrollados. El jardín además de oxigenar el ambiente está en un área accesible para visitantes nacionales y extranjeros, además de que resulta vital para el estudio de asignaturas como Botánica. Con el herbario consultamos las más de 4000 muestras muy bien organizadas", refiere la estudiante de tercer año de Agronomía Arletys Rojas.

Aunque adaptados a las áreas verdes y jardines concebidos para la UMCC el JBM se divide en tres áreas y subáreas, entre las que se encuentran el Bosque Martiano, con 36 especies. Exhibe en total 78 familias botánicas y 9 especies en peligro crítico de extinción. Cada árbol posee una chapilla para inventariarlo, con indicadores como, el país de procedencia, nombre científico y vulgar, y familia a la que pertenece.

La plantación de muchos de ellos se debe a las técnicas reproductivas que se aplican en el vivero. Este recoge variedades de plantas ornamentales, medicinales y de interés biológico, y gracias a la dedicación de los que allí laboran, proliferan tres especies exclusivas de la flora matancera, entre ellas el melocactus matanzanus, por la que se adoptan diversas estrategias de conservación.

Fructifica el esfuerzo

Robledo Ortega sabe que toda obra crece con esfuerzo. Aunque el desarrollo actual del jardín solo supera el 40 por ciento, los trabajadores aún no sean suficientes para una tarea tan difícil, nunca decaen sus expectativas.

Con una importante actividad de educación ambiental, que comprende el intercambio con círculos de abuelos, infantiles, escuelas primarias y secundarias básicas, se fomenta el amor por la Naturaleza. Crean así la conciencia de que es necesario proteger al medio ambiente para vivir con pureza y armonía.

"Pretendemos que la cuenca hidrográfica de la zona se revitalice, pues se encuentra muy deteriorada. Podremos expandirnos 16 hectáreas y con ello llegaremos a 34 de área total. Así obtendré mi meta máxima de vida profesional: lograr que este lugar esté repleto de plantas, pues un árbol trasmite mucha paz, a su sombra meditamos, nos relajamos...Aspiro a que todos lo que transitan por este sitio se detengan y sientan que ante sus ojos hay un verdadero Jardín Botánico".

El Premio Provincial del Medio Ambiente 2011 y el reconocimiento de la Comisión de Reforestación Provincial concedidos a la ardua labor científica de los profesionales de la entidad, demuestran que lo que se logra con amor, por amor se mantiene. El sueño materializado con el apoyo de muchos amantes de la Naturaleza hoy se nombra Jardín Botánico de Matanzas.

Para conservar lo alcanzado es necesario que crezca a la par de las plantas, la conciencia ambiental de la comunidad matancera, sobre todo por compartir la dicha de habitar en dos sitios al mismo tiempo.

(Con información de Girón)

Se han publicado 2 comentarios



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  • harold garcia castro dijo:

    IMPORTANTE PROPOSITO Y AÑEJO DESEO DE LOS MATANCEROS, ADEMAS DE UNA NECESIDAD DE LA CONSERVACION DE LA NATURALEZA

  • Wendy Ramírez dijo:

    El Jardín Botánico de Matanzas es la realidad de algo que fue un sueño para muchos, que tuvieron el honor y la oportunidad de trabajar incansablemente para materializar esta obra, es importante reconocer a sus fundadores, pero el mayor reconocimiento es para las personas que como Lenia, Amalia y Ainel trabajan con todas sus fuerzas, para impulsar este proyecto que es hoy una realidad, con resultados científicos concretos, contribuyendo a la educación ambiental y enseñando a los visistantes a amar y proteger la naturaleza. Muchas felicidades para todo el colectivo del Jardín!!!!!

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