Ana Botella, la esposa del expresidente del gobierno español José María Aznar (1996-2004), se convirtió hoy en la primera mujer en ponerse al frente de la alcaldía de Madrid en la historia de la capital española.
Botella fue elegida por una mayoría de 31 votos, entre ellos los 29 del grupo municipal del Partido Popular (PP). Sustituye en el cargo a Alberto Ruiz-Gallardón, quien fue alcalde de Madrid durante los últimos ocho años, hasta su nombramiento como ministro de Justicia en el gobierno conservador de Mariano Rajoy.
Ana Botella, de 57 años, ejercía hasta ahora de concejal de Medio Ambiente de Madrid. La mujer de Aznar, madre de tres hijos, pertenece al ala ultraconservadora de PP, que conquistó en las elecciones del pasado 20 de noviembre una holgada mayoría absoluta en el Parlamento español.
Católica devota, Botella rechaza el aborto y el matrimonio homosexual y no cree en la igualdad entre hombres y mujeres.
La alcaldesa juró el cargo durante un acto al que asistieron, entre otros, los ministros de Asuntos Exteriores, José Manuel García Margallo, de Economía, Luis de Guindos, y de Justicia, Ruiz-Gallardón, así como la presidenta de la comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre. (Con información de DPA)
Machista en ocasiones..
Ya en 2001 resbaló en varias ocasiones preguntada sobre cuestiones relativas a la igualdad de género. Así, no titubeó al asegurar que "la Cenicienta se trata de un ejemplo para nuestra vida por los valores que representa. Recibe los malos tratos sin rechistar, y busca consuelo en el recuerdo de su madre". Esta declaración abiertamente machista tuvo eco en varias ocasiones posteriores, como cuando soltó esta perla:
"No quiero un mundo en el que las mujeres seamos iguales que los hombres, sino un mundo que se adapte a las necesidades de las mujeres, que son las de la sociedad en su conjunto".
Dentro de su prolífica carrera política, también ha tenido tiempo para mostrar una nueva e inesperada faceta como escritora de cuentos infantiles. Así, en un cuento titulado 'el conejito burlón', que data de 2009, Botella no se sonrojaba al afirmar que "las reivindicaciones a favor de la igualdad de la mujer hoy ya son innecesarias".
...Y crítica ante las parejas gays
Quizá, sus declaraciones más polémicas (o al menos las que más repercusión pública tuvieron) fueron aquellas en las que hacía referencia al matrimonio homosexual, utilizando un símil de dudoso gusto para explicar que se trata de algo incompatible. Las peras y las manzanas causaron más de un revuelo a una comunidad homosexual ojiplática ante su falta de consideración. La brecha continuó abierta después de que, lejos de pedir disculpas, enfatizara sus palabras: "Un hombre y una mujer es una cosa, dos hombres es otra cosa y dos mujeres es otra cosa, como supongo que un trío también será otra cosa".
Algo antes (en enero de 2003) ya había demostrado su vertiente más conservadora, haciendo referencia en este caso a la adopción por parte de personas del mismo sexo. "Para mí la adopción de hijos por homosexuales no es una cuestión moral, sino científica. En lo que todos estamos de acuerdo es que hay que proteger al menor, y, de momento, nadie en el mundo ha dicho que los niños tengan las mismas condiciones dependiendo de quién los adopte. Ahí tienen la palabra los científicos".
La crítica a la ley del aborto tampoco se hizo esperar. En 2008 aseguró que "la Ley del Aborto en España no se cumple en ningún sentido. Esto nos tiene que llevar a una reflexión. Me produce sonrojo pensar que aquí al lado hay un niño de siete meses en una trituradora".
Adalid del Medio Ambiente
Como máxima responsable del Ayuntamiento de Madrid en el área medioambiental, comenzó su carrera de declaraciones cuando menos dudosas allá por 2002, cuando tuvo a bien asegurar que "En la catástrofe del Prestige sólo hay un culpable: el barco". Su implacable lucha contra la contaminación le ha llevado en ocasiones por la calle de la amargura. Negar la mayor (en este caso la existencia del cambio climático) ha sido una constante. Quiso adherirse en 2008 a las teorías que negaban el cambio climático. Sus compañeros de mesa en el Congreso Nacional de Medio Ambiente y el público asistente rechazaron sus razonamientos. "El planeta ha de estar al servicio del hombre porque el hombre es el centro", matizó.
Una perspectiva errónea que ha salpicado en ocasiones con declaraciones sencillamente alejadas de lo científico: "Hay dos tipos de partículas, las producidas por los hombres, que son las peligrosas, y las naturales, que son las que han llegado de África" (haciendo referencia a la contaminación que se cernía sobre los madrileños). Algo esperable por una persona que defiende que "la contaminación no es un tema sanitario, sino una cuestión medioambiental". Y que tuvo una salida ante el momento álgido de contaminación en la capital de España, cuando menos, dudosa:"¿Contaminación? La gente está deprimida por el paro... eso asfixia más".
Recordados especialmente son las declaraciones en los que aseguró que los mendigos son una dificultad añadida para limpiar las calles, un delirante pleno en el que se encarga de pormenorizar la fauna presente en el río Manzanares o varias ocasiones en las que ha vejado a los inmigrantes, como cuando defendió que "gracias a los inmigrantes, ya no es fácil ver a un español en un andamio" o cuando se encargó de Vincular el aumento de la violencia a la llegada de inmigrantes.
"Yo no sé si ustedes tienen costumbre, nosotros sí. Se hace una cosa que nosotros llamamos limpiezas generales y se hace todo a la vez". Esta fue la respuesta que recibió de la entonces concejal de Medio Ambiente cuando una ciudadana inmigrante le advertía sobre la falta de limpieza en el distrito de Vicálvaro.