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Ros-Lehtinen declara su amor por Ronald Reagan en el páramo de la contra

Ileana Ros y su esposo Dexter Lehtinen, acusado por los indios Miccosukee de cometer negligencia cuando aconsejó a la tribu en materia de impuestos sobre ingresos

Ileana Ros y su esposo Dexter Lehtinen, acusado por los indios Miccosukee de cometer negligencia cuando aconsejó a la tribu en materia de impuestos sobre ingresos.

La jefa del Comité de Relaciones Exteriores de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Ileana Ros-Lehtinen, celebró al ex presidente norteamericano Ronald Reagan y su gobierno que "ayudó" a la contrarrevolución nicaragüense en la guerra sucia contra el gobierno sandinista de Nicaragua.

En una de sus intervenciones ante el Comité que convocó para atacar, una vez más, la legitimidad del proceso electoral nicaragüense, Ros-Lehtinen dijo textualmente que hace 25 años, "el presidente Ronald Reagan ayudó a los luchadores por la libertad al hacer retroceder el cáncer del comunismo, que Daniel Ortega y los sandinistas estaban extendiendo en Nicaragua".

La congresista republicana de extrema derecha que lidera la política exterior estadounidense en la Cámara Baja, aprovechó para reconocer sus lazos con la llamada comunidad de inteligencia al recordar la figura de quién representó durante años a la CIA en el Congreso, Dante Fascell, "mi amigo y mentor".

En el momento de la guerra contra Nicaragua, dijo, "otro miembro de la Florida presidía el Comité de Relaciones Exteriores. El distinguido Dante Fascell, mi amigo y mentor, había presenciado y escuchado de primera mano lo que estaba ocurriendo en Nicaragua. Dante Fascell decidió, como siempre, defender la libertad y la democracia contra las tácticas opresivas".

Fascell fue un representante activo de la Agencia Central de Inteligencia en el seno del Congreso de Estados Unidos donde se encargó de concretar los planes y cuidar los intereses propios de la "comunidad de inteligencia".

En medio de la guerra sucia en América Central, inspiró la creación de la Nacional Endowment for Democracy, la multimillonaria fachada CIA que se dedica desde entonces a financiar la subversión y la injerencia en otras naciones, al apoyar - como lo precisó el New york Times el 31 de marzo de 1997- "partidos políticos, sindicatos, movimientos disidentes y medios noticiosos en docenas de países".

"Aunque no tan bien ni tan valiente como Fascell hizo, estoy de pie contra el nuevo asalto de Ortega contra el proceso democrático de Nicaragua y sus instituciones", dijo Ros-Lehtinen.

Afirmo que "los intereses generales de los EE.UU. están siendo amenazados por las acciones de Ortega, junto con las de Chávez, Morales, Correa y otros".

"No podemos permitir que estas injusticias continúen sin ninguna consecuencia", dijo.

Ros-Lehtinen recibió el 14 de octubre 2009 el "premio" Dante Fascell atribuido por la Fundación Interamericana (IAF), otra de las varias fachadas "humanitarias" de la CIA, presidida desde 2005 por Larry Palmer que Washington intentó imponer a Caracas como embajador.

No está de más recordar el artículo de The New York Times sobre la NED, que se cita antes:

POLITICAL MEDDLING BY OUTSIDERS: NOT NEW FOR U.S.

Los Estados Unidos se han entrometido desde hace mucho tiempo en los asuntos internos de otras naciones: ordinariamente, el Congreso asigna decenas de millones de dólares de un modo encubierto y público para ser utilizados en influir en políticas internas en el extranjero; la Nacional Endowment for Democracy (Fundación Nacional para la Democracia), fue creada hace 15 años para llevar a cabo públicamente lo que ha hecho subrepticiamente la Agencia Central de Inteligencia durante décadas.

John M. Broder | The New York Times

Aún cuando republicanos y demócratas expresan su horror ante las acusaciones de que China puede haber tratado de utilizar donaciones encubiertas en campañas electorales para influir en la política estadounidense, los Estados Unidos se han entrometido desde hace mucho tiempo en los asuntos internos de otras naciones: ordinariamente, el Congreso asigna decenas de millones de dólares de un modo encubierto y público para ser utilizados en influir en políticas internas en el extranjero; la Nacional Endowment for Democracy (Fundación Nacional para la Democracia), que fue creada hace 15 años para llevar a cabo públicamente lo que ha hecho subrepticiamente la Agencia Central de Inteligencia durante décadas, gasta 30 millones de dólares al año para apoyar partidos políticos, sindicatos, movimientos disidentes y medios noticiosos en docenas de países, entre ellos China. Desde el final de la Segunda Guerra Mundial, los Estados Unidos ha instalado o derribado a líderes de cada continente, ha apoyado secretamente a partidos políticos de aliados íntimos, ha fomentado golpes de Estado, ha propagado falsos rumores, ha sobornado a figuras políticas y ha gastado miles de millones de dólares para desviar la opinión pública. Algunos expertos expresan que China ha hecho poco más que emular el extenso patrón de la manipulación política estadounidense, y solo estaba administrando a los Estados Unidos una dosis de su propia medicina cuando trataba de influir en el resultado de las elecciones presidenciales de 1996.

March 31, 1997, Monday